Inició su carrera como cantante y guitarrista de Días de vino y rosas hace ya 30 años y, después, Gonzalo Alonso ha apostado por géneros como el flamenco, el jazz... hasta llegar a componer para una orquesta sinfónica, concretamente la de Halberstadt (Alemania) que esta tarde estrena un ballet inspirado en Carmen que ha contado con la participación del compositor residente en Zaragoza desde hace muchos años y donde ha desarrollado su carrera musical. «Se trata de una representación de la historia de Carmen en la que se toma parte de la música de Bizet. A la suite que compuso, una pieza musical sin voz, la he complementado con tres escenas más que he escrito y compuesto yo. Es decir, la orquesta toca la música de Bizet, incluidas las piezas más famosas como Habanera y Toreador y luego como le han querido dar otra visión dramatúrgica me han encargado a mí la otra música», explica desde Alemania con los «nervios» lógicos de un estreno.

«Tiene -prosigue Alonso- una visión menos folclórica, algo expresionista, con sonoridades más duras y afiladas, en concreto en la escena que he compuesto para el personaje de Escamillo en la plaza. Además he incorporado una mayor presencia de elementos mágicos y esotéricos musicados a través de la inclusión en la historia del personaje de la pitonisa, quien anuncia la muerte de Carmen».

Alonso está muy ilusionado pero con el respeto propio de abordar a Bizet: «Es un reto profesional enorme, estoy emocionado y muy concentrado porque es muy difícil estar a la altura de Bizet. He intentado complementar sabiendo que su música es insustituible y siempre va a ir asociada al mito de Carmen. Es imposible pretender hacer algo por encima de él, sería poco inteligente».

Pero, ¿cómo acaba un músico de rock componiendo un ballet? «Cuesta creerlo pero ha sido un proceso muy natural. Cuando yo estaba con Días de vino y rosas ya empecé a hacer música para cortometrajes porque siempre me ha interesado la música de manera transversal. No veo mucha diferencia entre Schubert y Bob Dylan. He acabado haciendo música para espectáculos, trabajando para otros que es una maravilla porque las limitaciones te ponen unos retos muy interesantes. No he parado de formarme porque soy muy inquieto y así he acabado aquí en la fórmula uno de la música», expone Alonso.

PASADO EN EL ROCK

El músico, además, ve ya muy lejano su pasado en una banda: «El rock me interesa como puesta en escena y esa sensación que tienes de estar cantando con esa potencia sonora pero se necesita, en mi opinión, de demasiado artífico técnico hoy en día. Llegó un momento en el que las canciones que había escrito con 20 años no me las creía, no podía defenderlas en un escenario, sería indigno y dejé de cantarlas simplemente y seguí con la música pero en otros campos...», reflexiona.

El compositor tiene la esperanza de que esta Carmen que hoy se estrena en Alemania pueda llegar a la capital aragonesa: «Es una producción muy compleja, se podría hacer con alguna sinfónica de Zaragoza y adaptar la producción con los bailarines. De momento, hay mucho interés, me han preguntando por ello y vamos a estudiar la viabilidad. Me encantaría poder compartirlo con toda la gente de aquí, sería maravilloso», concluye.