"Da gusto ver a tanta gente con una pasión en común y me siento muy honrado porque hayáis pensado en mí para este premio. No sé qué tendrá esta tierra que da tantos directores, y sobre todo tantos aficionados al cine, que trabajan en esto por amor al arte. Es una suerte y un patrimonio para el pueblo, intangible y muy valioso. Ojalá dure muchos años". Como en casa. Así se sintió de cómodo ayer el actor Eduardo Noriega en La Almunia donde recibió el Premio Florián Rey en la gala de clausura de las Jornadas de Cine que se han celebrado durante esta semana.

Noriega, no rehusó hablar de ningún tema y, no dudó en defender el cine español: "Hay países que están perdiendo espectadores, pero en los que la gente sigue yendo a ver cine de su país, como ocurre en Francia. Hay veces que al cine español no se le mide con el mismo rasero. Si una película americana no te gusta, pues no te gusta esa cinta, pero si una película española no te gusta, el cine español es muy malo... Eso no debería ser así. Es verdad que hay cierta desconexión del espectador español con el cine de su país", lamentó el actor de Tesis o Abre los ojos.

CAMBIO DE MODELO Algo que también hizo con el cierre de los Renoir de Zaragoza: "Está claro que el modelo va a cambiar, que la gente ya no queda para ir al cine, ver una película y después comentarla, que los chavales ya ni lo consideran, que se bajan las películas, sin importarles la calidad y las ven en su casa, y si puede ser antes de que esté en la sala, mejor que mejor. El modelo está cambiando, pero hay que luchar para que no se cierren tantas salas. Me acabo de enterar de que se cierran los Renoir en Zaragoza, y en Mallorca, y es una pena. Pero hay que pensar que el cambio es inevitable, igual que cambian los periódicos, que cada vez se venden menos en papel, todo el mundo audiovisual va a tener que cambiar", razonó.

La edición de este año de las Jornadas de la Almunia ha girado alrededor del cine de miedo, un género que en España está atravesando por un gran momento: "Ahora estamos viviendo una época especial con directores como Juan Antonio Bayona o Balagueró, que viene un poco de atrás, de directores que en los noventa apostaron más por lo audiovisual, chocando un poco con el cine que se hacía en la transición, un cine más literario y que intentaba esquivar la censura. En los noventa gente como Alex de la Iglesia, Urbizu o Barroso. En estos momentos se habla del cine de este género que se hace en España en muchas partes del mundo, y está cosechando gran éxito de crítica y público", indicó el actor.

Acompañando a Noriega estuvo en la gala de clausura Rubén Salazar, que fue nombrado socio de honor de la Asociación Florián Rey. Salazar es socio de Silverspace, una productora de animación, y ganó hace cinco años un premio con su corto Perpetuum mobile. Desde entonces ha ejercido de embajador por las decenas de festivales a los que acude.

En la gala de anoche, además, se entregaron los premios de las XVII Jornadas de Cine Villa de La Almunia. Foto, de Ismael Ferrer se llevó el Premio Especial del Jurado mientras que también fueron reconocidos Alma, de José Javier Pérez (Corto Documental); El viaje de María, de Miguel Gallardo (Corto de Animación); Abstenerse agencias, de Gaizla Urresti (Corto Aragonés); Souvenirs, de David Moreno (Corto Joven y Comarcal); Buenos días, del IES Miguel Servet (Corto Valores Educativos y Ciudadanos); y 0036, de Juanfer Andrés y Esteban Roel (Premio del Público). Además, también fueron galardonados por su guión Bajo el almendro. Chocolate desde el cielo, de Alejandro Aísa; Hasta que la muerte nos separe, de David Moreno; El permiso, de Eva Fortea; Un cuento más, de Analdo J. Di Pace; Los habitantes de Villa Mendoza, de Darío Marimón; y El tormento de la rata, de Jesús Miguel Quintana.