Ofelia Rey Castelao, catedrática de Historia Moderna de la Universidad de Santiago de Compostela, publicó en 2006 Los mitos del apóstol Santiago. Hace unos días, impartió la conferencia inaugural de las VIII Lecciones jacobeas internacionales en la que se refirió a las grandes controversias que, a partir de 1618, surgieron en España cuando se designó a Santa Teresa de Jesús compatrona de España junto al apóstol Santiago.

--¿De quien partió la primera de las iniciativas para designar a Santa Teresa de Jesús compatrona de España?

--Fueron los carmelitas descalzos, quienes en 1617 presentaron la solicitud a las Cortes de Castilla que éstas aprobaron. Por tanto, el rey validó la decisión de las Cortes y en 1618 redactó una orden que transmitió a todas las autoridades locales del país, en la que se indicaba que Santa Teresa pasaba a ser, a partir de entonces compatrona de España, junto con el apóstol Santiago. Una decisión que resultó muy polémica, y que provocó la enérgica protesta del Cabildo de Santiago ante el monarca, a su vez respondida por las Cortes defendiendo su aprobación. Las razones en contra que esgrimía el Cabildo de Compostela eran que Teresa de Jesús tan solo era beata --aún no había sido canonizada-- por lo que cuestionaban que pudiese ser patrona del reino. De manera que tras la muerte del rey, en 1621, y conseguido el propósito de la canonización de Santa Teresa, en 1622, este primer patronato quedó en suspenso.

--Y pocos años después, Zaragoza, tuvo algo que ver en el relanzamiento de la propuesta...

--En cierto modo, ya que fue en 1626, estando en Zaragoza, cuando Felipe IV, solicita de las Cortes, que de nuevo se restaurase el Patronato de Teresa de Jesús. Sin embargo, todo indica a que no fue Felipe IV quien tomó tal iniciativa, sino su valido, el conde Duque de Olivares. Una de las teorías respecto a que la petición se hiciese desde Zaragoza, es que el monarca pretendiese de este modo, transmitir un mensaje positivo a los aragoneses sobre los beneficios que les reportaría la unificación política entre Castilla y Aragón. Sin embargo, otras interpretaciones van en otro sentido, y apuntan a que el objetivo real sería el de la castellanización de la monarquía hispana. Y finalmente se cree que tanto el rey como el conde Duque de Olivares, pretendían dar un cambio de imagen a nivel internacional de la monarquía hispana y utilizar la imagen de una santa (Teresa de Jesús) inteligente, escritora y emprendedora.

--¿A qué pudo deberse el hecho de que Quevedo fuese uno de los más acérrimos detractores del compatronato de Santa Teresa?

--Quevedo estaba enemistado con el conde Duque de Olivares. El escritor redactó dos conocidos memoriales, muy duros contra Santa Teresa, en los que defendía al apóstol Santiago como único representante de la monarquía hispánica, y santo al que España le debía la fe y la recuperación del cristianismo frente al Islam. Las proclamas que hace Quevedo contra Teresa son casi insultantes. Incidió, peyorativamente, en el hecho de que se pretendiese designar patrona de España a una mujer. Aún más, el escritor madrileño llegó a poner en duda que Santa Teresa fuera la autora de las obras que escribió. El ataque de Quevedo contra Santa Teresa fue furibundo y despiadado.

--¿Por qué los liberales designaron a Santa Teresa como patrona de España?

--La propuesta coincidió con la publicación de la biografía de la santa: La mujer grande, que reivindicaba su figura. A ello se unió el hecho de que los diputados hubieron de reunirse en aquellas fechas en estancias propiedad de los carmelitas de Cádiz, quienes les acogieron gustosos, con la única petición de que designaran a Teresa patrona de España. Algo que para nada era un problema, por cuanto los diputados de Cádiz estaban decididos a suprimir la ofrenda nacional al apóstol Santiago (instituida por Felipe IV en 1643) y a acabar con el pago del Voto de Santiago al que estaban obligados los campesinos de la Corona de Castilla desde la Edad Media. Y eso fue lo que hicieron. Pero el Patronato de Teresa duró lo que la Guerra de la Independencia, ya que Fernando VII, al volver al trono en 1814, volvió a designar al apóstol Santiago patrón de España. Y ahí terminó definitivamente la postulación de Teresa al patronato.

--¿Habría llegado Santiago a ser el patrón de España sin la presencia ante él de la Virgen del Pilar en Zaragoza?

--Se trata de un tema muy delicado. Contra lo que ahora se pueda pensar, la tradición pilarista perjudicó mucho, en sus inicios, a la causa jacobea. Santiago llora en Zaragoza porque no logra cristianizar a los hispanos y cuando está a punto de darse por vencido es cuando se le presenta la virgen María para darle ánimos en su labor evangelizadora. Pero esta tradición presentaba a Santiago como un hombre débil, que si no llega a ser por el apoyo de una mujer se habría visto desbordado por los acontecimientos. En 1882, coincidiendo con el tercer centenario de su muerte, Teresa de Jesús fue designada santa de la raza, y representante de la Hispanidad, en vistas de que en 1892 iba a celebrarse el cuarto centenario del descubrimiento de América. Y entonces los partidarios de Teresa y Santiago, volvieron a polemizar con sus escritos.