El artista Ángel Orensanz considera que el traslado de su obra Monumento a la Jacetania al Paseo de la Cantera de Jaca desde su ubicación original, en la plaza de Biscós, "minusvalora" la escultura y supone "un menosprecio al público y al arte".

El artista jacetano, afincado en Nueva York y París, reivindicó sus "derechos de autor y de propiedad intelectual, que son intocables". Orensanz reivindica la vuelta de la estatua, de siete metros de altura y dos toneladas y media de peso, a su posición original de 1969, con la que se había creado "una simbiosis" que se rompió cuando, en el 2005, el Ayuntamiento de Jaca la desmanteló para construir un aparcamiento en la plaza.