La "energía" que sale del escenario y la "alegría" de la Orquesta de Cadaqués junto al violinista Daniel Hope, que actúan el domingo en Zaragoza, es lo que, según Jaime Martín, su director titular, ha logrado que la agrupación coseche tanto éxito a nivel nacional e internacional, ya que hay un "magnetismo" entre ellos y el público.

Tras conquistar ayer Castellón, la Orquesta de Cadaqués, que pasa hoy por Barcelona, en el ciclo BNC Classics, mañana por Lérida y el domingo por Zaragoza, está acompañada en esta nueva gira por el prestigioso violinista Daniel Hope.

Martín ha dicho a EFE que está "muy feliz" por haber tenido la oportunidad de trabajar con Hope, porque no solamente es para él "uno de los grandes violinistas del momento", sino también "un gran amigo".

Según el director, como músico, Hope es "original" e "inteligente" y "conecta con el público de una manera muy especial".

Esto último, el "magnetismo" que se produce a veces entre el público y quienes generan la música en un concierto, es algo que, según cuenta, también ocurre cuando actúa la Orquesta de Cadaqués.

"El que viene a ver el concierto, de lo que estoy seguro es de que va a encontrar un grupo de músicos completamente volcados en lo que hacen", añade.

Sobre el programa, muy en la línea de los que la Orquesta de Cadaqués presenta desde hace años, advierte de que intenta combinar las obras maestras que gran parte del público conoce, como la "Séptima Sinfonía", de Beethoven, que cierra los conciertos, con otras piezas prácticamente desconocidas de un compositor local, Fernando Sor, que casi no se han interpretado desde que se estrenaron.

La primera de ellas, la "Obertura de l'Opera Telemaco nell'isola di Calipso" es para el director "muy especial", porque fue la primera obra que Sor escribió para orquesta, al que se le conoce por su música para guitarra.

La segunda obra, la "Obertura de la Cantata alla Duchessa d'Albufera", está dedicada a la mujer del mariscal bonapartista que había en Palencia en aquella época.

Esta segunda obertura, cuenta Martín, fue escrita un año después de que Beethoven compusiera su "Séptima" y, además, su estreno fue dirigido por el músico de Bonn en un hospital para soldados que resultaron heridos durante una de las guerras contra Napoleón.

Por eso, de alguna manera, Napoleón, que incluso entusiasmó en un momento de su vida a Beethoven, aparece de varias formas en el programa de la gira, que también incluye obras de Max Bruch.

Martín, que fue flautista en orquesta durante años y que también ha trabajado como profesor, dice que no ve en lo que ha hecho los últimos años un "gran salto", sino "una progresión natural" porque ha estado estudiando toda la vida para ser director de orquesta y porque ha podido trabajar con los mejores directores.

"La vida es una profesión en todos los sentidos y no sé qué momento es el mejor, pero estoy feliz haciendo lo que hago ahora", concluye.