Un icono profundamente español, el cesto de mimbre, es lo que ha inspirado al estudio de arquitectura Miralles-Tagliabue de Barcelona en su propuesta para el pabellón que representará a España en la Exposición Universal de Shanghái 2010, tradición que se combina hábilmente con la sofisticación de las formas y materiales propuestos.

El Consejo de Administración de la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI) se reunió hoy en Zaragoza para adjudicar el pabellón de España en la Exposición de Shanghái, aunque ha aprovechado su visita para conocer el desarrollo de los trabajos de construcción del pabellón español en el recinto de la Exposición Internacional de Zaragoza 2008.

El presidente de la SEEI, Javier Conde, compareció tras la reunión ante los medios para dar cuenta del acuerdo alcanzado y de la adjudicación al estudio Miralles-Tagliabude, que juega con la potencialidad de la técnica del mimbre, con grandes patios a la manera de cestos y que, huyendo del concepto tradicional de caja contenedora, se resuelve en estancias híbridas que permiten un tránsito fácil y fluido.

La "sofisticación" de formas y materiales, dijo Conde, entronca sin embargo perfectamente con la tradición española sin perder de vista el respeto al medio ambiente que España ha tenido como bandera en sus últimas presencias en eventos de este tipo.

Para Patxi Mangado, autor del diseño del pabellón de España en la Expo de Zaragoza y miembro de este jurado, se trata de una propuesta "contemporánea, innovadora, altamente atractiva y sencilla de construir" y que, además, se puede llevar a cabo con materiales naturales ecológicamente sostenibles.

El pabellón, según una primera estimación, contará con un presupuesto de dieciocho millones de euros, tendrá una superficie útil de unos 8.500 metros cuadrados y aspira a ser una referencia en la Expo de Shanghái, que se anuncia como la mayor Exposición Universal de la historia, con 310 hectáreas de superficie.

Conde explicó que nada más que concluya la Expo de Zaragoza, en septiembre de 2008, se comenzará a construir el pabellón de España en Shanghái, cuyo plazo se estima en año y medio, con el fin de que en marzo de 2010 esté concluido, incluidos los contenidos.

También se refirió a las obras del pabellón de España en la Expo de Zaragoza, de las que dijo que van "muy bien, perfectamente", e insistió en que cada vez que viaja a la capital aragonesa comprueba que el edificio "progresa, crece como los champiñones".