-Hacía tiempo que no publicaba un libro de relatos.

-No sigo ningún tipo de plan determinado, se trata de una suma de voluntades y azar, dos cosas que no suelen casar bien. Otros libros tuvieron prioridad, aunque no dejé de pensar en ellos o de pensar en mí mismo como un escritor de relatos.

-¿Qué hace que una idea se convierta en novela o relato?

-Yo sé siempre si va a ser un relato breve o extenso del tipo de una novela. Estos cuentos los estaba escribiendo de forma deshilvanada hasta que tuve la percepción, de ahí el título del libro, de lo que tenía entre mis manos, que si no era usado, utilizado por los lectores, me iba a fulminar de manera misteriosa.

-‘Lo que está y no se usa nos fulminará’ proviene de una canción de Luis Alberto Spinetta. ¿Fue antes el título o los relatos?

-Mientras reunía los relatos estaba amonestándome a mi mismo con la frase de Spinetta, que es de una canción de 1974. Creí también reconocer en ellos una opinión de los tiempos que vivimos, estamos rodeados de muchas cosas a las que no damos un uso específico. Y vivimos en un momento histórico en el que padecemos un exceso de pasado, es un momento de la historia en el que mayor acceso tenemos a una cantidad de información, con la que no sabemos cómo lidiar.

-Las segundas oportunidades o la búsqueda de felicidad aparecen en casi todos los relatos.

-Una de las cosas más sorprendentes a la hora de reunir el libro fue el descubrimiento de que de forma inconsciente había estado pensando algunos temas, como las segundas oportunidades, la paternidad, la superposición de identidades, la incertidumbre en la que vivimos, el exceso de pasado. Yo creía que el libro se componía de cuentos con temáticas muy diferentes, pero resulta que hablaban de lo mismo, pero de diferentes formas. Este es el libro en el que más he hablado de la experiencia de ser vivo y más perceptible el sentido de comunidad entre autor y lectores.

-Escribe de la Alemania de 1945, que une con el formulario para entrar en EEUU.

-Llenamos constantemente formularios, al hacer una compra o entrar en una red social, y eso pretende reducir la experiencia a dicotomías, a una elección binaria, y supone un empobrecimiento de la experiencia. Nada de lo que me interesa puede ser resumido en un formulario o en 140 caracteres.

-Más que una línea que separa, hay un espacio donde se unen realidad y ficción.

-La literatura ha tenido un carácter contracorriente, pone en cuestión ese reparto, una literatura que opera contra los géneros, que pretende desarmar esas categorías que creamos para dar cuenta de lo que nos sucede. Yo trato de dar cuenta del hecho de que vivimos sometidos a una falta de certezas que la literatura puede disimular o poner de manifiesto.

-En uno de ellos, un escritor llamado Patricio Pron, contrata a actores para promocionar sus libros. ¿Lo ha pensado?

-El problema es que en casa estamos aislados y luego tenemos que hablar con mucha gente y eso genera problemas. Pero es necesario revisar la relación con los autores y con los textos.

-El lector suele convertir en héroe al autor.

-Tendemos a atribuir al autor una autoridad moral. El libro ya cuenta que no hay demasiada diferencia entre unos y otros.