TE MATARÉ MIENTRAS VIVAS

Raúl Herrero

Pregunta

¿Qué puede significar esta Coronación supersónica con la que Raúl Herrero subtitula Te mataré mientras vivas, su más reciente poemario, publicado por Pregunta Ediciones? Ese mismo adjetivo supersónico definía su anterior entrega poética, Sombra salamandra, y a buen seguro que sumado a esa Coronación admite más de una interpretación; pero sin duda evoca un festejo lleno de dinamismo, que es precisamente el fondo ambiental que parece ambientar estos poemas. Como si de un pasacalles bullicioso se tratase, a través de las páginas van desfilando las máscaras que el autor se coloca y usa en lo que era el cometido primigenio de esa herramienta teatral: modular la voz y hacer que resuene seductora y fascinante.

Raúl Herrero refuerza el ritmo carnavalesco y aun circense ametrallando al lector con una continua relación de imágenes y sucedidos. En estos poemas no hay lugar para el descanso, y siempre están pasando o apareciendo cosas, personajes y situaciones en donde triunfa la ley de la imaginación.

La lectura de estos poemas hace inevitable recordar algunos nombres con los que Raúl Herrero gusta habitualmente de compartir mesa, mantel y papel: Antonio Fernández Molina, Fernando Arrabal, Juan Eduardo Cirlot o los patafísicos. También está muy presente otra de las nunca ocultas influencias del autor, el postismo. Así, los juegos verbales, las piruetas conceptuales y la lógica acrobática postista animan muchos de los poemas. Sin embargo, hay otro rasgo que lo aleja de esta corriente: unos tonos más sombríos, a veces incluso de mal sueño, que acechan en los pliegues del poema. Es entonces cuando aparece el recuerdo del título, que pese a poder entenderse como una broma no deja de mostrar una seria amenaza. Un buen reflejo de este libro que revela la gravedad que acompaña a la vida sin necesidad de empañarla.