Los piratas digitales siguen estando ahí, pero piratean menos. El sector cultural está convencido de que el cambio de tendencia -es la primera vez en 10 años que la piratería baja en España (lo ha hecho el 4%)- se debe al aumento de la oferta legal y a las medidas legales restrictivas. Aun así, el sector del cine exige «leyes valientes» para seguir atacando la piratería. La industria del fútbol, por su parte, también las reclama: «Si no actuamos ya, nos convertiremos en un sector residual», argumenta.

La Coalición de Creadores lleva años realizando estudios estadísticos sobre los hábitos de consumo de contenidos digitales. Cada año, el titular era el mismo: la piratería sube. Pero este las cosas han cambiado. El informe, realizado a partir de 4.036 entrevistas on line, constata que en el 2016 hubo 4.128 millones de accesos ilegales a contenidos, el 4,2% menos que los contabilizados en el 2015. La piratería baja en todos los sectores: música, películas, videojuegos, libros y fútbol. El único en el que aumenta (poquito, el 0,9%) es el de las series, a pesar de que son la gran baza de las operadoras españolas, como Movistar, y de los gigantes estadounidenses recién desembarcados en España: Netflix y HBO.

LUCRO CESANTE / El estudio asegura que los contenidos pirateados durante el 2016 tienen un valor de 23.294 millones de euros, lo que implica que la industria cultural y deportiva dejó de ganar durante el año 1.783 millones (lucro cesante). El sector no es el único perjudicado, sino que el Estado también sufre las repercusiones. Las industrias culturales adheridas a la Coalición de Creadores emplean a casi 66.000 personas. En un escenario sin piratería, la cifra de empleos aumentaría en 21.697. Con el objetivo de presionar al Gobierno para combatir con más ahínco la piratería, el estudio destaca que el consumo ilegal en internet hace que las arcas públicas dejen de ingresar 576 millones de euros (en concepto de IVA y Seguridad Social).

«La situación demuestra que las medidas legislativas tienen una incidencia positiva, pero los resultados de su aplicación siguen siendo insuficientes. Necesitamos más medios y mayor agilidad en el procedimiento. Estamos ante el primer descenso de la piratería en los últimos 10 años y es una gran oportunidad para revertir el perjuicio que ocasiona a los creadores, las arcas públicas y la competitividad de nuestro país en el mercado global. Queremos estar al nivel de los resultados de nuestro entorno, como Italia o Portugal, y aproximarnos lo más posible al Reino Unido, Francia y Alemania», advierte la directora de la Coalición de Creadores, Carlota Navarrete.

Puede que la piratería esté empezando a remitir, pero los motivos para consumir ilegalmente siguen siendo los mismos. Casi la mitad de los piratas argumentan que los contenidos legales «son muy caros», a pesar de que, por ejemplo, la película más cara en Filmin.es (plataforma para cine on line) no pasa de los 2,95 euros. Más del 40% de los piratas también destacan que piratean por lo fácil y rápido que es y porque, además, ya pagan una conexión a internet. «No hago daño a nadie» y «no hay consecuentes legales» son otros de los argumentos. En el caso del fútbol, la excusa fundamental es: «Los futbolistas ya ganan mucho dinero».

Dos de cada tres webs piratas están financiadas por publicidad, que, en su mayoría, corresponde a sitios de apuestas, juego on line y contenidos pornográficos. Llama la atención que más de un tercio de estos anuncios son de marcas de prestigio de alimentación, moda, seguros o telefonía. El número de usuarios que han pagado alguna vez por contenido cultural o deportivo ilegal aumenta y llega al 11% frente al 9% del 2015 y el 5% del 2014. A pesar del esfuerzo de algunas cadenas, por ejemplo Atresmedia, para combatir la piratería con publicidad, el informe demuestra que los consumidores apenas las conocen, al contrario que las campañas contra la violencia machista o la seguridad vial.

Los encuestados aseguran que las medidas, en teoría, más eficaces contra la piratería serían bloquear el acceso a la web que ofrece contenidos ilegales (algo que permite la legislación). Curiosamente, también aseguran que sancionar a los infractores, algo no permitido en la ley.