Casi todas las mujeres que se pasean por las páginas de Hablarán de nosotras forman parte de mis incondicionales. Pertenecen a épocas diferentes, y sus profesiones son también distintas, lo que no impide que tengan algo esencial en común: sus miradas denotan una fuerza especial, un carisma, una capacidad de ir más allá sin ninguna intención de permanecer en el más aquí, quietecitas. Comparten igualmente su poco interés en estar libres de pecado, riendo al viento y sin mirar atrás, no sea que en un torpe descuido se les escape por entre los dedos ese minuto crucial con el que seguir construyendo una vida.

La autora, la periodista Sandra Barneda, estructura la obra en siete partes donde lo capital es pecar. Y por ahí se asoman y se quedan, sin remordimiento alguno, con la lección bien aprendida de que no hay mayor virtud que la de alimentar los deseos. Las hay perezosas y las hay lujuriosas, las hay avariciosas, las hay iracundas... sabedoras todas ellas de que era necesario cruzar algunos límites para entender que sus existencias no los tenían. El pecado está reservado a quienes buscan la libertad en el sentido más amplio, llegando incluso a perder la cabeza si las circunstancias así lo requieren. De ahí que sigan en primera línea, ajenas a la remotísima posibilidad de ser olvidadas por las generaciones futuras.

Mi pasión cinéfila podría haberme obligado a tener ojos solamente para las diosas de la pantalla, cuatro nombres que no necesitan apellido para entender su grandeza. Marlene, Bette, Ava y Marilyn fueron, son y serán actualidad, iconos de un mundo que siempre anduvo, anda y andará necesitado de referentes.

APASIONANTES Y APASIONADAS / El recorrido por sus vidas y por sus obras es certero, concreto y muy hábil, pues nada tan complicado como plasmar en pocas páginas tanta intensidad, tanta fascinación, tanto anhelo de ser queridas a uno y otro lado de la cámara. Pero no puedo limitarme a ellas, porque las demás, entre las que cito, de nuevo sin necesidad de patronímico, a Jackie, Chavela, Janis o Frida, son igual de apasionantes y apasionadas, y es un placer conocer muchas de las anécdotas que enriquecen sus leyendas. Hablarán de nosotras, publicado por la editorial Aguilar, contiene una amplia bibliografía donde poder investigar y profundizar dada la complejidad y el interés que despiertan dichas protagonistas, así como un bloque central de fotografías y retratos. Sus páginas se devoran porque la narración es cercana, intensa y rotunda, como si a cada momento quisiéramos saber más y más. Y es exactamente lo que ocurre: que a cada momento logramos saber más y más. No resulta fácil abandonar esa especie de tierra de las mujeres en la que en cada paso adelante las emociones abren camino.

Me resulta muy especial seguir descubriendo vivencias de quienes parece que ya hay demasiadas páginas escritas. En absoluto. Cada encuentro es un pequeño lujo, una mirada nueva, un recuerdo nostálgico y emocionante porque ellas han estado en muchos momentos nuestros, infinitamente más de lo que nosotros hemos estado en los suyos. Y eso nos hace sentirlas cerca aunque estén lejos. O aunque parezca que no estén. De modo que seguiremos hablando de lo que hacen o hicieron, de sus luchas y sus ambiciones, de sus pecados, tan necesarios seguramente para que la Historia les haya otorgado un lugar del que jamás vayan a apearse.