El consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, exigió ayer una «rectificación y una disculpa pública» a María Navarro (PP) y Lola Ranera (PSOE) por sus acusaciones de «amaño» en la convocatoria de once residencias temporales en la Harinera.

Rivarés señaló ayer que «hasta ahora, en Zaragoza las residencias se hacían a dedo, ahora esta y todas se hacen por concurso público y en base a eso mandé siete días antes de la celebración del consejo de Zaragoza Cultura un mail a todos los consejeros con el borrador para que opinaran», indicó el consejero. En ese proceso, «Ciudadanos planteó dos aportaciones muy interesantes que fueron incluidas en el borrador y nadie más dijo nada», indicó Rivarés. Fue ya en el Consejo de Zaragoza Cultural cuando PP y PSOE se mostaron críticos con algunos apartados del borrador. Plantearon que no les parecía bien la composición del jurado y que tampoco les parecía bien una cláusula que decía que los aspirantes a la residencias debían estar al menos mes y medio (tres asambleas) perteneciendo a la asamblea porque lo pidieron los vecinos de la asociación que cogestiona el centro. Yo eliminé esa cláusula de manera inmediata y les dije que si querían cambiar la composición del tribunal se cambiaba. Nadie dijo nada más y luego me encuentro con que me acusan de amañar. Si alguien tiene alguna sospecha delictiva tiene que ir al juzgado», dijo Rivarés que acusó a «la alianza permanente PP-PSOE» de «parar un proyecto cultural muy importante para la ciudad. Esto no tiene que ver con las residencias. ¿Cuál es el sentido último? ¿Boicotear la acción del gobierno como hacen desde hace dos años?», indicó el consejero que señaló que volverá a convocar el consejo de Zaragoza Cultural para el 5 de abril.