Tras un largo verano de vacío, el patio del Teatro Principal vuelve a tener butacas, aunque sea con dos semanas de retraso. Este nuevo prototipo se conoce como arriaga, al ser el modelo vigente utilizado en el prestigioso teatro bilbaíno. Las 362 unidades (se están instalando desde el sábado) tendrían que haber estado colocadas a primeros de este mes. Víctor López, gerente del Patronato de Artes Escénicas, definió las butacas como «muy confortables, muy modernizadas, de caoba y los laterales decorados con el escudode Zaragoza». En cuanto al retraso, lo achacó a «problemas que la empresa adjudicataria (Figueras Seating Solutions) tuvo con terceros», por lo que podría ser sancionada, según la decisión que tome el Patronato en su próxima Junta.

Respecto a este retraso, que ya obligó el pasado sábado, a trasladar la función del Ballet Nacional de Marsella al Palacio de Congresos, López quiso hacer hincapié en la idea de que «si bien hubo alguna repercusión, la función se realizó perfectamente y la compañía se fue muy contenta». Un hecho propiciado en parte por las avanzadas «prestaciones técnicas» que el Palacio presenta en comparación con el Teatro Principal, lo que hizo que la compañía se decantase por este espacio. «El Ballet coincidió en que era un lugar más idóneo», comentó Lopez.

De este modo, se espera que el proceso de instalación de las nuevas butacas, que se según López se encuentra ya en un estado «avanzado», quede completamente finalizado para el próximo jueves día 28, cuando el Teatro Principal estrenará nueva temporada -dentro de Zaragoza Escena- con la versión actualizada de Fuente Ovejuna, a cargo de los sevillanos TNT-El Vacie, que dirige Pepa Gamboa, con un elenco formado por la mujeres áfragas de etnia gitana del barrio de El Vacie de Sevilla.

NINGUNA IRREGULARIDAD

El Teatro Principal se enfrenta ahora a un nuevo reto, la administración de las antiguos asientos del patio, que se encuentran desde su desmantelamiento el pasado julio en el almacén que la empresa que coloca las piezas, Gil Stauffer posee en la autovía de Barcelona. «Por el momento, nos encontramos a la espera del informe jurídico que nos indique como deshacernos de las butacas, ya que estas son un bien del ayuntamiento y no del Patronato», indico López, que a su vez señaló que el procedimiento más habitual para desvincularse de estos bienes suele ser la subasta. López hizo hincapié en que «no hemos cometido ninguna irregularidad y así lo demuestra el informe de Patronato del ayuntamiento», señaló el responsable, que defendió la transparencia y la claridad del proceso de desmantelamiento de las butacas.

Respecto a las críticas de Apudepa, que calificó el hecho de «expolio», Carmen Aguarod, jefa del Servicio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, señaló que el Principal es un Bien Catalogado, no Bien de Interés Cultural; y las antiguas butacas son un bien mueble y no están catalogadas, por lo que su retirada no requiere permiso previo ni de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón ni de la Comisión Provincial de Patrimonio».