D esde África hasta el valle del Ebro, pasando por Francia y Estados Unidos, músicas que muestran sus raíces transculturadas y sus puntas brillantes. Como cantaban Los Intrusos en los agitados años 80, fin de semana total, lunes de peluquería.

Tinariwen. Elwan (Pias). Nuevo y octavo álbum de esta banda tuareg, una de las más notables del llamado blues del desierto. Blues o assouf, como Tinariwen llama a su música preñada de nostalgia. Elwan significa los elefantes y es una muestra espléndida de la capacidad de renovación de un grupo que sin abdicar de su raíces sonoras abre con cada disco nuevas vías de expresión. Grabado en Francia, Marruecos y Estados Unidos (California), Elwan cuenta con la participación de músicos como Kurt Ville, Mark Lanegan y Matt Sweeney, entre otros, además de una formación marroquí de música gnawi. El resultado es una apuesta tranversal, de cruce; una viaje emocional por el tránsito y el exilio.

Daymé Arocena. Cubafonía (Brownswood Recordings / Music As Usual). Este segundo disco de la cantante cubana (graba para el sello de Gilles Peterson) es ambicioso por su apuesta en tres frentes: la búsqueda de las raíces de afrocubanía, a la manera de las primeras grabaciones de Celia Cruz; el intento de renovación de los parámetros de lo que fue el filin’ de Elena Burke y Omara Portuondo, y las incursiones en el jazz más transculturado. El conjunto resulta algo irregular, pero hay soberbias piezas, no solo rumberas, que eclipsan cualquier anotación en el debe.

Group Doueh & Cheveu. Dakhla Sahara Session (Born Bad Recors. bornbadrecords.net). Probablemente no encuentren este disco en las tiendas españolas, pero pueden adquirirlo en la web de la compañía que lo edita. Se trata de un tremendo encuentro entre el trío francés de post-punk Cheveu y la formación saharaui Group Doueh. Y no, no busquen exotismo en este álbum registrado en Dakhla, pequeña población del sur del Sáhara, sino un revulsivo choque de sonidos, una colisión-conexión de tradiciones, rock, electrónica, trance y distorsión. Alguien lo ha definido como Alan Vega en el desierto. Ah, y si tienen pueden ver el proyecto en directo no se lo pierdan.

Valerie June. The Order Of Time (Caroline / Music As Usual). Esta cantante norteamericana tiene una voz peculiar y una manera singular de enfrentarse a las canciones: yendo al fondo, apurando el verso y exprimiendo su sentido. El que nos ocupa es su segundo álbum, un estupendo compendio de folk, soul, blues, pop de lujo e incluso bluegras.

Aquaserge. Laisse ça être (Crammed Disc / Karonte). Estructuras poco convencionales, rupturas de sentido, ritmos que van desde la influencia del sonido Canterbury hasta lo africano. Este grupo de Toulouse, algo cerebral, se enreda con la psicodelia, la improvisación jazz y rhythm & blues... Escuchar Laisse ça être es una estimulante aventura musical. Po cierto: Aquaserge es como se pronuncia la pregunta A quoi sers-je? Saquen conclusiones.

My Expansive Awareness. Going Nowhere (Delicias Discográficas). Segunda entrega del grupo zaragozano más lisérgico del Valle del Ebro. Picodelia, space-rock e influencias del folclore internacional y del pop español de los 60, en un ponche sabroso con especias de The Doors (We All Die) y Jefferson Airplane (Bamboo JR).

Kokoshca. Algo real (Sonido Muchacho). Dice este combo navarro que las canciones de su nuevo disco son una pugna entre la luz y la oscuridad. Quédense con eso y con la lucidez y la ironía con las que están escritas las piezas que lo forman. En Algo real cada composición es una búsqueda y un hallazgo de sonoras referencias. Otros no lo consiguen.

Mosicaires. Iberia impura (Autoeditado). En el pecado de impureza musical de este grupo ribagorzano radica el gozo que produce su escucha. Rodeado de amigos solventes, la formación, ahora con la voz de Alba Mur, pone los folclores de vuelta y media con colores y sabores de aquí y de allá. No se corten y pequen.

Gregory Porter. Live In Berlin (Universal Music). Dos CD y un DVD dan buena cuenta del atractivo directo de este cantante de jazz, compositor y actor. Romántico, baladista y también comprometido, Gregory, con sus juegos de voz detallistas y hermosos, y un grupo de lujo, revisa su discografía y recrea a The Temptations y a Marvin Gaye.