El legado de Albéniz se encuentra muy disperso y todavía hay muchos documentos inéditos en manos privadas. Los estudiosos creen que poco a poco irá saliendo a la luz. Pero seguro que permanecerá oculta durante algunos años más una fotografía del compositor desnudo bañándose en una tinaja, que conserva el alcalde de la capital española, Alberto Ruiz-Gallardón.

Entre los papeles exhibidos hay algunas cartas que el pianista dirigió a su hermana Clementina, que con el tiempo fue la bisabuela del primer edil madrileño. Ayer por un error transitorio de la directora de la Biblioteca Nacional, Milagros del Corral, se convirtió por unos instantes en la abuela. "Perdone, ya quería yo ponerle más años", se disculpó rápidamente la responsable. El día 18 de este mismo mes se colocará una placa en una calle de Madrid donde vivió la mayor parte de su vida.