El Museo Reina cuenta desde ayer en su patrimonio con cinco nuevas esculturas del escultor maellano Pablo Gargallo (Maella, Zaragoza, 1881-Reus, Barcelona, 1934), gracias a la donación por parte de su hija, Pierrette Gargallo.

El acto de donación se formalizó ayer en la sala 208 de la segunda planta del edificio Sabatini que, a partir de ahora albergará las piezas La main à la pipe (1920), Portrait d’Angel Fernández de Soto (1920); Jeune fille espagnole (1921), Main de l’elegante (1921) y Lévrier (Galgo) (1921). Estas cinco obras estarán junto a otras ocho del artista zaragozano que ya formaban parte de la colección, lo que supondrá una gran oportunidad para poder tener una visión de conjunto muy particular de su universo creativo.

«Son obras diferentes, únicas, que completan la representación de Gargallo en el museo y que son muy importantes por su material, ya que en esa época la escultura se seguía haciendo con arcilla o con piedra», reconoció el director del museo, Manuel Borja-Villel. El plomo, precisó, permitía a Gargallo «hacer algo que parecía imposible con la escultura: dibujar en el aire».

Jean Anguera, nieto de Gargallo que asistió al acto formal de donación en representación de su madre, afirmó: «Mi madre quería hacer esta donación y creo que es una contribución importante a los españoles. Son obras que tienen un carácter emblemático y estoy muy contento de sentir la presencia de Gargallo en este museo».

DESCUBRIMIENTOS / El hecho de que las cinco piezas estén realizadas en chapa de plomo, material tan inusitado y dúctil como frágil, hace especialemnte importante esta donación al Reina Sofía. Todas las piezas son testimonio de los logros plásticos alcanzados por Gargallo en el trienio 1920-23, que anuncian una serie de continuos descubrimientos revolucionarios para el futuro de su obra en particular, y de la escultura en general.

La relevancia de esta donación de la familia de Gargallo radica en la calidad, el material y la técnica de las piezas, realizadas cuando el artista estaba ya considerado uno de los más importantes escultores de su época, y que, al tratarse de piezas únicas, son de mayor interés que los ejemplares en bronce.

Así, de las cinco obras donadas, la colección del Museo Reina Sofía conserva las versiones seriadas en bronce de tres de ellas: Jeune fille espagnole, Portrait d’Angel Fernández de Soto y La main à la pipe, adquiridas las tres a Pierrette Gargallo en 2004.

El escultor zaragozano presentó el original en plomo de Jeune fille espagnole, con el título Noia jove, en la sala especial que le dedicó la Exposició d’Art de Barcelona, en 1921. La main a la pipe formaba parte de otra escultura, Retrato de Ángel (Fernández) de Soto, lo que muestra una tendencia del artista a reconsiderar trabajos anteriores al separar el conjunto concebido originalmente, que también ocurre con las otras dos obras donadas, Main de l’elegante, que procede de La elegante (1921) y Galgo, parte de Mujer con sombrilla (1921).

La colección del Museo Reina Sofía, que dedicó una exposición a este artista en 1998, conserva actualmente un total de 29 obras de Gargallo, fechadas entre 1908 y 1933, la mayoría de ellas esculturas, a excepción de tres dibujos que datan de 1927.