El director de Arco, Carlos Urroz, afirmó ayer que toda la «judicialización» creada en torno a Presos políticos, la obra de Santiago Serra que fue descolgada el primer día de la feria, «lo único que hace es dar más visibilidad y más publicidad» a los artistas y creadores, pues la retirada crea un efecto contrario al que se pretende. «Arco es siempre la libertad de expresión de los artistas», añadió.

Según Urroz, la decisión de la galerista de retirar la pieza -compuesta por 24 retratos de personas encarceladas como Oriol Junqueras y los Jordis- fue «desacertada». «Esto nos tiene que servir para aprender que en Arco todos los galeristas tienen libertad de expresión». En su opinión, en el mundo del arte, esta libertad de expresión tiene que ser «absoluta». Y en caso de que la obra «esté rozando lo delictivo», han de ser los jueces y no las instituciones quienes efectúen la retirada.

Para Urroz, la 37ª edición de la feria, finalizada ayer, ha ido «muy bien» en cuanto a número de visitantes hasta llegar a los 100.000, con cifras que alcanzan los 30.000 profesionales los dos primeros días, y destacó el aumento de las ventas, tanto en número total de obras como de tramo de precio. «Es el año más positivo desde la crisis», resumió el director, que cree que se superarán en un 10% o un 20% el resultado de ventas de años anteriores.

Urroz recordó que las piezas más caras no se venden por impulso, muchas van a parar a museos y tienen que recibir aún el visto bueno de un patronato, pero avanzó que «ha habido ventas de obras de más de un millón de euros». En cuanto al tipo de comprador, destaca el coleccionista privado.