Uno de los últimos homenajes a Berlanga tuvo lugar a finales del año pasado en Sos, donde se inauguró una escultura para recordar que hacía 25 años, el director había rodado por sus calles La vaquilla. Entonces, la enfermedad ya le impidió asistir.

El zaragozano Luis Alegre conoció a Berlanga durante el rodaje en la localidad zaragozana. "Fui a hacerle una entrevista y me propuso que me quedara como figurante", explica. Ahí nació una amistad que ha durado hasta el final. De hecho, Alegre fue el coordinador del libro ¡Viva Berlanga!, editado el año pasado.

El director siempre estuvo vinculado a Aragón, primero porque su madre nació en Mora de Rubielos; y después por su amistad con Luis, y sus visitas a los ciclos Yo confieso, La buena estrella o el festival de La Almunia. Para Alegre, Berlanga "retrató como nadie la personalidad de los españoles, sus miserias, y por tanto también la condición humana". Además, es el único "gran cineasta español que hizo todo su cine en España".