El director Roman Polanski anunció ayer que renuncia a presidir la ceremonia de los César, los galardones del cine francés, por la polémica con feministas en torno a las acusaciones que pesan contra él desde hace 40 años por haber abusado presuntamente de una adolescente en Estados Unidos.

En un comunicado, su abogado dijo que Polanski estaba «profundamente entristecido» por el debate --a su parecer «injustificado»- que se ha generado en torno a la pertinencia de que presidiera esa ceremonia, el 24 de febrero. A la vista de las reacciones en su contra, el director, de 83 años, señaló que había decidido renunciar a la invitación. La justicia estadounidense considera a Polanski un «fugitivo» al estar inculpado allí de haber violado presuntamente a una menor y potencialmente corre el riesgo de ser extraditado.