A pesar de que es sin duda una de las óperas primas más potentes que ha dado el cine español reciente, se nota en sus costuras que es la obra de un debutante. Sobran subrayados y falta una mejor articulación del relato, menos exaltación visual y un mayor alcance simbólico. B. A.

En tiempos fructíferos para un cine policiaco español que no se pone mimético con el de Hollywood y apunta maneras muy propias, destaca el debut tras la cámara de Raúl Arévalo. Concisa y expeditiva, ‘Tarde para la ira’ es también el retrato de unos personajes sin futuro. QUIM CASAS