Seductor, exagerado, polémico, locuaz, cautivador, desafiante, uno de los mejores compositores contemporáneos... Así es Rufus Wainwright, según lo califica la prensa internacional, y así lo demostará esta noche en el Teatro Principal de Zaragoza, donde actúa a las 20.30 horas con todas las entradas agotadas.

Y eso sin hablar de su voz, considerada como una de las más impresionantes de la escena musical actual. Su música ha ido del folk a la opera (ahora está preparando la segunda, Hadrian), pasando por los musicales e incluso con influencias de la chanson francesa. Ha creado espectáculos en los que incluía números de travestismo y otros en los que actuaba en un escenario completamente desnudo. Es esa tendencia transgresora e innovadora la que hace que Rufus Wainwright no deje indiferente a nadie.

No es la primera vez que actúa en Zaragoza (ya lo hizo en el 2009 en el Festival de Música Independiente); pero esta noche, su concierto será muy especial, ya que estará acompañado únicamente por su piano en el escenario y el repertorio que propone no est tanto su último disco, Take all my loves, en el que puso no sólo música sino que también recitaba algunos sonetos de Shakespeare, sino algo así como una antología, los grandes hits de un músico que ha firmado discos como Poses, Want one, Waiting for a Want, Want Two, Alright Already, Release the Stars, Rufus Does Judy at Carnegie Hall, Songs for Lulu o Out of the Game.