Entre amigos, anécdotas, risas, música y aplausos, la sede de UGT en Zaragoza acogió la presentación del libro Pongamos que hablo de joaquín. Una mirada personal sobre el artista, escrito por Joaquín Carbonell.

Carbonell explicó que la intención del libro es "proporcionar al lector el material suficiente para matizar la figura de aquel artista que siempre se ha vendido como hermético y vividor". De esta forma contó cómo tras tres años de trabajo recopilando y analizando "todas las entrevistas que le han realizado a lo largo de la historia" y entrevistar más de 20 personas que han vivido cerca de él, ha logrado desvelar la personalidad del cantautor español que revolucionó la canción de autor en España y Argentina. "Todos los que aparecen en el libro son ex: exsecretaria, exchófer, exnovias, etc. Personas que han salido de su vida y que pese a haber tenido algunos roces, no reflejan rencor porque todo el mundo le guarda cariño a este enigmático personaje", explicó el escritor.

Sin embargo, Carbonell aseguró que el libro no destapa nada porque "todo lo que cuenta el libro ya se ha contado antes: la creación, la noche, los excesos o su relación con las prostitutas. Él es el único capaz de reconocer eso y así se ha convertido en el característico personaje que hoy es". Juan Bolea fue el encargado de presentar el acto, organizado por la Fundación Bernardo Aladrén. El escritor calificó el libro como "emotivo, sincero y crítico, a la vez que respetuoso". Además, destacó "la capacidad que tiene para hacerte estar dentro de la mente de Sabina y realizar un recorrido por su vida, desde la Mandrágora, donde comenzó su carrera, a Argentina, las mujeres, la política y su familia".

El acto terminó con Carbonell cantando Con la frente marchita y Contigo, tras elogiar las impecables letras del cantante "que rimó por primera vez en una canción la palabra cirrosis" y asegurar que "Sabina ya no es un cantante, es un género".