Conozco un poco a Pino Cacucci. Recuerdo haber asistido a su presentación en España de San Isidro Fútbol, una de sus últimas novelas. Sin embargo, no había leído aún la primera.

Ahora, gracias a una nueva y meritoria editorial, Hoja de lata, y a la excelente traducción de Mónica Lobato, he disfrutado con En cualquier caso, ningún remordimiento, una biografía novelada de Cacucci sobre Jules Bonnot, el anarquista que llegaría a ser considerado en Francia como el enemigo público número uno.

Cacucci, para escribir esta curiosa mezcla de historia y ficción, ha investigado a fondo al personaje, que lo es, en todas sus facetas. Bonnot nunca tuvo suerte. Desde su nacimiento en 1876, fue un hijo desdichado de su tiempo. Todas las lacras de fin de siglo parecieron abatirse sobre él.

Nacido en un familia de analfabetos, sin la menor posibilidad de beneficiarse de una educación, fue víctima de malos tratos tanto en su familia como en los primeros puestos de trabajo, donde empresarios sin escrúpulos lo explotaron como aprendiz.

Su vida de adulto, como soldado, primero, como mecánico, después, estuvo marcada por su carácter, extremadamente rebelde y a menudo violento, y por su profesión anarquista.

En esa nueva religión, el anarquismo, cuya seducción y peligro recorría Europa. de Moscú a Madrid, Bonnot encontró a unos cuantos cofrades que se convirtieron en cómplices de una oleada de atracos que sobrecogió el país.

Tras un breve período, un poco más fructífero, en Londres, donde llegó a ser, gracias a sus conocimientos de automoción, chófer de Arthur Conan Doyle, padre de Sherlock Holmes, Bonnot regresó a París para protagonizar un espectacular asalto a la Sociedad General. Fue la primera vez que se utilizó un automóvil como herramienta criminal. Pero no la última en que Bonnot y los suyos lo emplearon, sembrando las carreteras francesas de asaltos, secuestros, disparos y asesinatos.

Finalmente, tras una espectacular persecución, la policía consiguió abatirlo. Su cadáver ensangrentado fue expuesto como escarmiento y sus principales cómplices condenados a muerte.

Una novela intensa, seca y verdadera como la dura historia de su protagonista, y una sugerente manera de acercarse a la otra cara del anarquismo.