El tiempo concede de vez en cuando indulgencias plenarias, y por fortuna John Fante ha sido objeto de una de ellas.

Cuando el escritor italoamericano murió en 1982, ciego, doblado en una silla de ruedas porque una diabetes extrema había hecho que le amputaran las dos piernas, pocos habrían apostado a que el autor de Espera a la primavera, Bandini, tuviese alguna oportunidad de pasar a la eternidad. Y, sin embargo, sus obras comenzaron a reeditarse, a traducirse. Una vez cadáver, se convirtiría en una leyenda norteamericana y mundial.

Como Steinbeck, como Thompson o Bukovski, Fante fue toda su vida un desterrado en busca de raíces sobre las que apoyar su arte. Como a tantos otros grandes, el alcohol y los estimulantes lo arrojaron muchas veces a la orilla de la vida, pero supo levantarse y encontrar su bandera, su voz, un grito descacharrante, irónico, esperpéntico, a menudo verdadero e hiriente como una cuchillada verbal.

Ahora, la editorial Al Revés publica una extraordinaria biografía, John Fante, vida y obra. Como un soneto sin estrambote, de la que es autor Eduardo Margaretto Un valenciano, nacido en 1963, cuya vida tiene asimismo mucho de fantiana. Estudioso de literatura, poesía y ajedrez, vivió con intensidad los años de la Movida. Se hizo traductor y pronto biógrafo, firmando las biografías de Elvis Costello y Franco Battiato. La de Fante es el resultado de más de veinte años de estudios sobre el mítico autor de Camino de Los Ángeles.

El libro de Margaretto recoge infinidad de anécdotas y vivencias de Fante. Desde su encontronazo en un restaurante con el entonces famosísimo Sinclair Lewis a los versos fraternos que le dedicó Bukovski: Pero Fante, el recuerdo más hermoso/ que tengo de ti/ se remonta a os años 30/ cuando vivías en ese hotel al lado del Angel's Flight/ y luchabas por ser un escritor/ En esos tiempos te surgía el grito del estómago/ Yo lo oía, aún ahora lo oigo. Los escritores que le influirían, Hemingway, Faulkner, Flaubert, Pirandello y Knut Hamsum, además de los directores, guionistas y actores con los que coincidió en Hollywood, ilustran una biografía que el sello Al Revés ha querido dedicar a la memoria de su editor Josep Forment, recientemente desaparecido. Uno de los grandes nombres de la edición española. Quienes tuvimos la fortuna de trabajar con él, de aprender de él, no olvidaremos a Josep, como nadie ha olvidado a Fante.