Hace ya más de una década desde que Los toreros muertos decidieron volver a los escenarios. Pablo Carbonell, Many Moure, Fernando Polaino y Antonio Iglesias son los actuales integrantes de este grupo que, con un tono satírico, se ríen de los modos y costumbres de la sociedad actual. Hoy vuelven a Zaragoza con su gira La bicicleta estática. El concierto será en Las Armas a las 21.30 horas.

-¿Qué tal está yendo la gira hasta el momento?

-Pues la gente está respondiendo muy bien, pero tenemos un hándicap muy grande y es que siempre que hacemos cualquier cosa la gente piensa que hemos vuelto. Creemos que se debe a una maldición que nos han echado por la cual se cree que cada paso que damos es el primero, y no es así.

-¿Siguen tocando sus temas de siempre o traen muchas canciones nuevas?

-Es una mezcla, pero de hecho le hemos puesto un nombre nuevo a la gira porque tiene diez canciones inéditas. Se empiezan a oír campanas de disco nuevo…

-¿Para cuándo?

-No lo sé. Nosotros hemos sido siempre una banda de directo y meternos al estudio siempre nos ha costado mucho.

-¿Siguen encontrando en sus conciertos a gente que les sigue desde sus inicios en los 80?

-Sí, tenemos un club de fans que aparece en todas las giras. Es muy bonito porque son gente que se sabe todas las canciones y que animan mucho al resto del público. Son nuestro Manolo el del bombo particular, y se gastan mucho en merchandising (ríe).

-¿Cómo se inspira para escribir?

-Muchas veces escribo en los viajes en tren, ahí tengo tiempo a darle vueltas a las rimas y eso. Hay que decir también que nuestras canciones son más complejas que antes. Ahora me dejo influir mucho por el trabajo de Javier Krahe, que era un señor muy estricto con su rima consonante exacta. Antes todas las canciones las improvisaba, ahora ya me he dado cuenta de que hay que sentarse y escribirlas.

-¿Le resulta complicado componer?

-Bueno, a mí lo que me parece complicado es hacer sudokus, y mis canciones para mí son una especie de crucigrama. Es un pasatiempo muy divertido que me estimula.

-La actualidad política supongo que le ayudara también a inspirarse.

-A mí los políticos me aburren mucho, aunque a lo mejor algún día me animo a hacer alguna canción protesta. No tenemos muchas de esas y creo que ya toca. Tengo medio escrito un rap, pero como no me gusta el rap no lo he acabado.

-¿Qué opina de la encarcelación de raperos?

-Creo que la palabra de moda en poco tiempo va a ser macartismo. Es bastante lamentable. Encerrar a un rapero por haber escrito aquella cosa sobre la monarquía me parece una chorrada monstruosa. Aunque sus letras me parezcan lamentables, creo que el Estado está para otras cosas, como vigilar mejor los dineros.

-¿Usted ha sentido miedo a meterse en líos por lo que canta?

-A veces lo pienso, pero es diferente. Nosotros proyectamos algo que ya está en la calle. Lo que yo canto, además, muchas veces no lo canto yo, lo canta un personaje. En Bum Bum, una canción en la que asaltamos el palacio del rey, no canto yo, canta una especie de Jack Sparrow. La gente, cuando terminamos de cantar, no se pone a asaltar palacios.

-¿Sobre qué temas cantarán Los toreros muertos en el futuro?

-Seguiremos cantándole a la ridiculez humana. Todavía nos queda mucho porque como el panorama no enmienda, tenemos que seguir dando la matraca.