El director zaragozano Alejandro Cortés presentó ayer en el Festival Internacional de Cine de Huesca su película documental Carrasca, que versa sobre la vida de la artista oscense Teresa Ramón. Una obra que presenta «a una mujer en búsqueda de la libertad y liberada, que utiliza las artes plásticas para expresar su vida», según palabras de Rubén Moreno, director del certamen oscense.

Cortés apuesta por el género documental para retratar la vida de una artista a la que previamente no conocía. «Hice un parón en el camino de dos largometrajes de ficción, porque me encontré con a una mujer y un personaje llenos de fuerza. No necesitábamos contratar a ninguna actriz», señaló en autor. El realizador aragonés lleva a la pantalla un testamento vitalista de un artista que vuelve a la vida tras una experiencia cercana a la muerte; la obra no recoge un tiempo concreto sobre su figura, es un repaso del presente al pasado pero mirando al futuro.

El título de la cinta busca plasmar la esencia del personaje; la carrasca es la forma en la que se denomina en Aragón a las encinas. La carrasca «es fuerte, de lento crecimiento, pero profunda, tan resistente», explicaba la protagonista al tiempo que mostraba su satisfacción por todo el camino que ha supuesto para ella hacer esta película: «Ha sido una experiencia maravillosa para mí, desconocía cómo funcionaba una producción de cine. Ha sido un aprendizaje interesante y me ha hecho valorar más el trabajo cinematográfico».

Teresa Ramón se muestra vitalista e inconformista a partes iguales; artista y madre, esposa y abuela, que trabajó como profesora y reivindica la libertad a decidir de las mujeres. «Yo quería ser un chico, pero luego descubrí que es mejor ser mujer; somos más fuertes, más productivas y tenemos mucho más posibilidades de desarrollarnos», afirmaba ante la prensa al mismo tiempo que lanzaba un alegato claro y rotundo a la sociedad: «Para ser reconocida tienes que hacer cien veces más que un hombre. Ser mujer casada, con hijos, es muy duro porque no ven que tú eres artista; lo que ven es una mujer que va a la compra, lleva a sus hijos al colegio, y la artista permanece oculta, pero yo me iba todas las tardes a pintar a mi estudio y pasaba ahí 5 o 6 horas».

La cinta, que se presenta este martes en el Teatro Olimpia ha obtenido ya su primer reconocimiento, consiguiendo la mención calificadora como Película especialmente recomendada para el fomento de la igualdad de género por el Instituto Nacional de Cine.