Josep Sergi Capdevila o, lo que es lo mismo, Sergio Dalma, regresa a Zaragoza para presentar su decimoséptimo disco, Dalma, inmerso en una intensa gira que él dice llevar muy bien ya que "cuando tienes trabajo no hay que quejarse de nada". En este nuevo disco, Sergio Dalma apuesta por un sonido pop anglosajón que ha sorprendido.

--¿Dónde han quedado las baladas de Sergio Dalma?

--(Risas) Ya sabes que en este país se tiende a etiquetar muy rápido y, aunque es verdad que estoy considerado un baladista por mis discos, lo cierto es que en los directos yo siempre he sido un cantante pop. En este disco, Dalma, he querido evolucionar y hacer un cambio de sonido, buscar otros autores de las letras y grabar en España que hacía mucho que no lo hacía. El resultado han sido canciones nuevas con las que afronto esta etapa nueva. Yo siempre tengo ganas de arriesgar.

--¿De verdad no le daba miedo este cambio?

--A ver, es que es una vuelta con matices porque mi personalidad, identidad y la marca de la casa están ahí. Hacer cosas heterogénas no hace más que enriquecer mi trabajo.

--Desde luego, el público ha respondido a su propuesta.

--Afortunadamente, sí... incluso en el directo, que hacemos un show diferente, la gente se divierte mucho. Ha entendido que el cambio era necesario y tengo un público que todavía es capaz de comprar la entrada para dejarse sorprender.

--Dalma es su decimoséptimo disco y suma más de 25 años sobre los escenarios y, como decíamos, el público sigue respondiendo. ¿De verdad aún se sorprende?

--La gente ha mantenido su fidelidad desde el principio, algo que es verdad que puede llegar a ser raro en el mundo de la música teniendo en cuenta que en mis primeros discos mi público era muy adolescente. Y ya sabemos lo que pasa, que los adolescentes crecen y cambian de opinión pero lo cierto es que a mí no me he pasado. Hemos crecido pendientes los unos de los otros.

--También se cumple un cuarto de siglo de que participara en Eurovisión con Bailar pegados, ¿qué recuerda de aquella experiencia?

--Aquel Bailar pegados me abrió un abanico muy amplio así que ¿qué recuerdos puedo tener? Buenísimos. Fue una experiencia irrepetible que me ayudó mucho porque en un festival como este te ve un montón de gente. Yo solo fui a disfrutar sin obsesionarme con el lugar.

--Acabó en una gran cuarta posición pero todo ha cambiado mucho desde entonces...

--Ahora es más un espectáculo mediático que cumple otra función. Ha cambiado mucho, como lo ha hecho la sociedad. Yo personalmente no entiendo un certamen de música en directo sin que haya una orquesta o una banda. Si yo me presentara ahora, quedaría último.

--Decía que ahora ha cambiado la sociedad mucho, ¿cómo se ha adaptado?

--Hay que ponerse al día y, en ese sentido, las redes sociales nos han venido muy bien a todos. Hay que estar al día y evolucionar a través de los autores y los productores porque a la hora de interpretar está claro que yo tengo un estilo muy definido. Aunque aquí también he querido explorar nuevos matices y utilizar menos esa voz rota. También tenía claro que hoy necesitamos una mirada optimista y eso es lo que pide también la gente.

--¿Dónde estaba escondido este Sergio Dalma tan alegre?

--¡Es que yo soy así! Estaba un poco harto de que todo el mundo creyera que era un tipo gris. Por eso he buscado cantar algo que sea muy como soy yo. No están las cosas actualmente para cantarle al desamor.

--¿Cómo son los conciertos de este Dalma Tour que ahora recala en Zaragoza?

--Dura más que los anteriores. Está estructurado en cuatro bloques. En el primero interpretamos las canciones de este Dalma para; en un segundo, hacemos un repaso a Vía Dalma. El tercero es un bloque acústico en el que recuperamos canciones que interpretamos de un modo más intimista, le damos la vuelta a algunos temas para hacerlos menos pesados. El concierto lo acabamos con un apartado más rítmico ya absolutamente volcados con el público.

--¿Aún tiene ganas de cantar canciones que lleva tantos años interpretando?

--Es que no dejo que me cansen porque hacemos nuevas versiones.

--Sergio Dalma es un asiduo de Zaragoza, ¿qué recuerdos guarda de esta ciudad?

--Tengo muchísimos aunque los primeros que me vienen no son de conciertos sino cuando entré en las casas con aquel Ven a Aragón. Desde entonces, Zaragoza siempre ha sido una cita obligada en todas nuestras giras y la gente ha respondido muy bien así que esta vez espero y deseo que nos lo pasemos muy bien de nuevo.