Contó Javier Sierra que cuando le propusieron dar el pregón inaugural de la Feria del libro de Zaragoza se le plantearon dos opciones. O bien preparar un "discurso laudatorio con una excusa perfecta para hacerlo, el centenario de Cervantes" o aprovechar para "reivindicar algo". El discurso que pronunció ayer llevaba por título ¡Salvad al escritor. Está claro, entonces, el camino que decidió tomar el turolense que no desaprovechó su momento para criticar el mal estado del oficio y en atacar "lacras" como las descargas ilegales. Lo hizo en un acto que se celebró en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza en el que estuvo acompañado por el presidente de Copeli (Comisión Permanente del Libro), Víctor Casanova; el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín; el director general de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Saúl Esclarín; y el responsable de Bibliotecas de la DPZ, Bizén Fuster.

LA CRIATURA DE MÁS VIDA Sierra arrancó su discurso señalando que el libro "sin ser un viviente es la criatura que ha dado más vida a nuestra civilización" y que, en él, "descansa la memoria de quienes somos" porque, prosiguió, sin el libro, "no podríamos haber construido el mundo en el que hoy habitamos". Pero, aseguró, "todo eso está hoy en peligro". El escritor, que ha conseguido estar en lo más alto de las listas de ventas de Estados Unidos, alertó de que, en el 2015, "los niveles de piratería (...) han alcanzado sus máximos históricos. Hasta 390 millones de descargas ilegales de obras literarias se produjeron en nuestro país", denunció ante lo que él consideró "la indiferencia de nuestras autoridades culturales, fiscales y políticas ante este saqueo que nos ha convertido en el país de la OCDE en el que menos se protege a la propiedad intelectual y sus creadores". Por eso, después de señalar el caso de Irlanda en el "las rentas obtenidas por los trabajos creativos están gravadas con un 0% de impuesto en el IRPF" reivindicó que se haga algo para que este país "viese en la creación una actividad digna de ser protegida y valorada (...) Piénsenlo: la propiedad intelectual es la única propiedad privada que tiene fecha de caducidad".

Ya en la parte final de su intervención, Sierra fue aún más rotundo aún: "El escritor vive hoy asediado por los parcas. Y tras él también los libreros y, a la postre, los propios lectores. No estamos ante una crisis coyuntural, pasajera, sino frente a una amenaza seria que debemos combatir con acciones concretas. Los libros del mañana dependen de que todos nos arroguemos ahora en sus defensores".

El escritor superventas también quiso hacer un guiño a la propia feria que él inauguraba en su párrafo final: "¿Quieres defender a la Dama de Blancas Páginas de los dragones que la acechan? (...) Vente a la feria.

Busca tu libro. Llevátelo a casa. Porque haciéndolo no solo estarás alentando al escritor que hay detrás, sino dando al mundo el claro mensaje de que aquí, en el país de Miguel de Cervantes, merece la pena crear cultura".

El director general de Cultural de Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, por su parte, calificó a la feria como "una de las más importantes de España, producto del apoyo que hay entre todos los entes implicados" y señaló que "es un espacio de encuentro para todos. Comprar libros es la manera de que esto siga existiendo". Desde el consistorio, Esclarín expresó un deseo. "Que paseéis y leáis, que compréis muchos libros". Bizén Fuster, por su parte, se congratuló "del convenio firmado que permite una colaboración mutua en el fomento del libro".