-Creo que llevan casi cinco años sin parar de tocar... ¿esperaban llegar a este punto?

-No porque cuando empezamos nos interesaba sacar un disco del que estar orgullosos. Estábamos los cuatro en un momento difícil y se produjo una catarsis que sucede muy pocas veces. En la música no puedes esperar nada.

-Algo de eso se puede apreciar en su último EP En la selva que acaban de publicar...

-Así es, En la selva... a ella nos lanzamos todos todos los días. Es para lo que sirve la música, para todas las cosas. Es un EP con el que queríamos darle una continuidad al disco (2) y del que también nos sentimos orgullosos porque publiquemos lo que publiquemos debe tener el estándar de calidad de León Benavente.

-¿Tan perfeccionistas son?

-La verdad es que somos bastantes talibanes para eso... Si tenemos una canción ya hecha para publicar y no nos convence, la quitamos del disco. Lo importante es que todo lo que publiquemos sea León Benavente, que no haya diferencia entre canciones buenas y malas.

-Los conciertos son, sin duda, el punto fuerte de León Benavente, ¿es dónde más a gusto se sienten?

-Es donde más sacamos lo que llevamos dentro, nos vaciamos... pero disfrutamos con todos los pasos, desde la composición al directo. Todos entendemos de música y vivimos muy de cerca todos los pasos que damos. Todo se habla y se decide con consenso.

-Para alguien de la capital aragonesa como usted, ¿es un concierto especial?

-Mucho... además, ten en cuenta que yo he estado siete años formando parte de Tachenko.

-¿Cómo va a ser el concierto?

-Tenemos dos discos y dos EP así que, en ese sentido, vamos a hacer lo de siempre, ir a degüello. El set list es el que es pero habrá alguna sorpresilla. Además, estrenamos juego de luces y a la gente le vamos a dar lo que quiere ver.

-¿Cambian los conciertos de hacerlos en una sala, en un festival o en un teatro?

-Son energías diferentes pero parecidas. La sala y el teatro ofrece una cercanía que no la hay en festivales donde hay equipos más potentes también. Pero a nosotros nos gustan todos los espacios. Cada lugar tiene su cosa y hay que saber cómo exprimir su personalidad.