Si creen haberlo visto todo en materia de superhéroes, vean Le llamaban Jeeg Robot, rareza italiana en la que se cruzan una historia de orígenes al más estilo del género superheroico, la estética y trama de un thriller mafioso contemporáneo y las influencias de un sagrado anime de los 70. Se estrenó en España sin mucho bombo (aunque no en Zaragoza) tras su gran éxito en Italia y antes de su llegada a Japón, según su director Gabriele Mainetti «con un montón de copias».

Los productores italianos no confiaban en este proyecto sobre un criminal de poca monta que, tras entrar en contacto con sustancias radioactivas en el río Tíber, adquiere poderes que le permiten llevarse cajeros automáticos a casa, y, con el tiempo, dedicarse a hacer el bien. «Todos los productores me decían: ‘¿Pero de qué hablas? Aquí el fantástico está muerto, haz una comedia’. Al final me produje yo mismo. Estoy feliz por haber demostrado que se equivocaban».

Le llamaban Jeeg Robot puede definirse como un cruce de El protegido con Gomorra. De la película de M. Night Shyamalan, Mainetti y sus guionistas toman la idea de insertar el elemento superheroico en un entorno lo más realista y reconocible posible. «Para nosotros es una de las mejores películas de superhéroes que se hayan hecho jamás -señala Mainetti-, aunque, todo sea dicho, nos parece un poco aburrida. Solo tiene un tono. Nuestra idea era saltar entre un tono y otro, de lo ridículo a lo dramático, de manera orgánica».

Esa mezcla de tonos añade un elemento asiático, o, para ser precisos, surcoreano al conjunto. «Ellos son expertos en saltar de tono. De hecho, he de admitir que Oldboy es mi película favorita», dice Mainetti. Pero la influencia asiática capital viene de Japón: se trata del Jeeg Robot del título, manga y anime pertenecientes al género (conocido como mecha) de los robots y los grandes trajes mecánicos. En España se pudo ver en Canal Sur con el nombre de El Vengador. «Cuando volvía de la escuela -explica Mainetti-, mi canguro era la tele. Estuve viendo esas series animadas japonesas durante 16 años de mi vida. En Italia, Jeeg Robot es tan conocido como Mazinger Z.

Enzo, el (anti)héroe encarnado por Claudio Santamaria, empieza a humanizarse gracias a la influencia de Alessia (Ilenia Pastorelli), una joven obsesionada con el anime comentado. «Es una relación parecida a la que une a Mathilda y Léon en El profesional, aunque si ahí teníamos a una niña que actúa como una mujer, aquí tenemos a una mujer que actúa como una niña. Lo que no queríamos es que la chica de la película fuera el típico personaje castrador». El villano de la función, El Zíngaro (Luca Marinelli), recuerda en su aliento psicótico al Gary Oldman de aquella película de Luc Besson. «Le enseñé el filme a Marinelli, de hecho. Solo a él. Tenía que verla, es una película esencial para mí», concluye.