La tabla Jesús camino al calvario del Retablo de la Santa Cruz de Blesa ha recuperado sus colores originales gracias a la restauración de esta pintura gótica a la que, el paso del tiempo y los trabajos realizados en los años 50, le habían robado su brillo. La obra fue presentada ayer en el Museo de Zaragoza (donde lleva desde el año 1922) por el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín; el director de la Denominación de Origen del Campo Borja (que ha sufragado la restauración), José Ignacio Gracia; el director del museo, Isidro Aguilera; y las restauradoras Elena Naval y Pilar Camón.

RESTAURACIÓN EN LOS 50 / La tabla está hecha de madera de roble y de estopa, dos materiales que «se deterioran con gran facilidad y que, además, son atractivos para insectos xilófagos y hongos», señaló el director del museo, Isidro Aguilera, sobre un proceso de restauración que detallaron tanto Naval como Camón. «Lo más importante de todo el proceso era la limpieza», explicó Naval, ya que todas las tablas estaban muy repintadas después de una restauración que se hizo en los años 50. Posiblemente, hubo todavía otra en los años 70 pero «no está documentada».

Al eliminar esos repintes realizados al óleo y que eran «muy burdos y bastos en la ejecución», según consideró la restauradora, «la pintura gótica gana muchísimo porque salen a la luz los colores originales que la convierten en una pieza de mucha calidad artística y técnica».

Como dato curioso, Naval aseveró que los tonos azules de la tabla «eran los que más repintados estaban cuando, en la pieza original, este color aparece en degradado, un aspecto que se le ha devuelto con la restauración para dejar constancia de lo que sus pintores, Martín Bernat y Miguel Jiménez, quisieron hacer». Para esta restauración, se han utilizado los «materiales más parecidos a los que se emplearon en su concepción original».

En el acto, Isidro Aguilera destacó la importancia de esta restauración (cuyo coste ha ascendido a 3.000 euros) ya que el museo cuenta con el retablo casi completo. «En octubre, reabriremos la sala gótica donde habrá una estancia dedicada exclusivamente a este retablo», señaló Aguilera. Junto a ella se expondrá también, en esa estancia, un trozo de predela del retablo de Santa Cruz que el Gobierno de Aragón compró en Estados Unidos y que todavía no ha visto la luz.

Hasta que se reabra esa sala del gótico el próximo otoño, esta tabla, Jesús camino al calvario, se expondrá durante tres meses de manera monográfica en un lugar principal del Museo de Zaragoza.

Para Nacho Escuín, esta restauración es «un acontecimiento feliz por un doble motivo: por poder mostrar una pieza restaurada con sus colores y viveza y porque es el ejemplo de hacer proyectos en común por el bien hacer de la cultura» mientras que, por su parte, Gracia aseguró que se lo propusieron y ellos «creyeron oportuno realizarlo».