Helena Pimenta será a partir del próximo mes de septiembre la nueva directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), cargo en el que sustituye a Eduardo Vasco, según anunció ayer la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

Pimenta (Salamanca, 1955), licenciada en filología inglesa y francesa y directora de escena desde 1986, se pasará los próximos cinco años, el tiempo de su contrato, "con la espada al cinto", bromeó la ministra remedando las palabras del primer director de la CNTC, Alfredo Marsillach.

El proyecto de Pimenta, elegida, según González-Sinde en "un riguroso y muy disputado proceso de selección" entre 19 candidatos, entre ellos 4 mujeres, hace hincapié "en el actor, la palabra y el verso", con énfasis en la creación escénica actual.

Pimenta, por su parte, aseguró que quiere "abrir el espacio" en el que se mueve la compañía, tanto de estilos como de colaboración, pero manteniendo el equilibrio con los "muchos logros" conseguidos desde que se fundara hace casi 25 años, así como proyectos exteriores, en forma de compañías y directores invitados con sus equipos y coproducciones.

En la CNTC se va a dedicar, fundamentalmente, a la gestión aunque su idea es dirigir una obra al año, aproximadamente: "mi trabajo debe ser de dinamización y potenciación del trabajo artístico de otros. Eso me toca también por edad", precisó.

"Son tiempos muy complicados y la compañía tiene que estar abierta al desarrollo del trabajo de otros profesionales. Hacer proyectos y desarrollarlos con otras instituciones". Su proyecto para la CNTC, "muy sólido y específico en sus objetivos", pone "en primer plano el verso, el teatro de la palabra y especialmente el teatro del Siglo de Oro español --aunque abordará también textos del Renacimiento o de la Ilustración--, un trabajo por la excelencia que exige una formación muy específica". El objetivo que persigue es abundar en la "parte pedagógica" del proyecto y en la formación de los profesionales.