Aprovechando un lapso de poco más de mes y medio en su programación, el Teatro Principal de Zaragoza comenzó ayer con la operación de desinstalación de las antiguas butacas del patio y el gallinero para ser reemplazadas por un nuevo modelo, más moderno y ergonómico, que se instalará entre la última semana de agosto y la primera de septiembre.

Este nuevo diseño, que huye de la madera como material de construcción para presentar una aleación semejante al hierro, es el resultado de un concurso al que se presentaron tres empresas, Figueras (ganadora), Poltrona y Ezcaray. Un comité artístico integrado por Jose Manuel Pérez Latorre, Javier Anós y Romana Erice valoraron los diferentes modelos teniendo en cuenta la estética y su idoneidad funcional.

Víctor López Carbajales, gerente del Patronato de Artes Escénicas y de la imagen, defendió ayer la nueva butaca: «Nuestro objetivo ha sido ceñirnos a las normas de evacuación y de acceso a personas con movilidad reducida, además de solucionar el problema del ruido, siempre que hay una actuación en este teatro el patio ruge con el crujido de la madera» defendió el gerente, quien también quiso relativizar la pérdida de las antiguas butacas «siempre que se lleva a cabo un cambio se pierde algo, pero también se puede ganar, el Teatro Principal lleva en funcionamiento desde 1789, estas no han sido las primeras ni serán las últimas» comentó el gerente.

Los antiguos asientos, instaladas en 1940 y con 77 años de servicio, son propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza, quien en palabras de Carbajales, tiene un «procedimiento muy marcado para deshacerse de sus bienes». Aún está por saber si estas piezas históricas se podrán vender o saldrán a subasta.

El desmantelamiento de las antiguas butacas y la instalación de las nuevas costará al ayuntamiento de Zaragoza alrededor de 300.000 euros, si bien Carbajales ha querido recalcar que «no se trata de una medida definitiva» ya que hasta el día 20 de este mes el nuevo modelo se encuentra en periodo de pruebas y reclamaciones. «Aún no se ha firmado ningún contrato» aseguró el gerente.

MENOS BUTACAS, MISMO PRECIO

A pesar de la considerable reducción de plazas que el Teatro Principal va a sufrir como consecuencia de esta reforma (las 401 butacas del patio se verán reducidas a 362, perdiendo hasta 40 asientos, y las 88 del gallinero se verán reducidas a 28, perdiendo más de la mitad de sus plazas), Carbajales aseveró que el precio medio de la entrada no se verá condicionado. «Controlamos diferentes tarifas, pero la media de precio de una butaca que ronda los 20-25 euros no se verá aumentada».

La desinstalación de las antiguas butacas se alargará por un tiempo de una semana para después ser almacenadas cuidadosamente en la nave industrial que la empresa contratada para la mudanza, Gil Stauffer, tiene a las afueras de Zaragoza en la Autopista de Barcelona.