Una sugerente versión de Fuenteovejuna, a cargo de Atalaya / TNT , incluida en el programa Zaragoza Escena sirve hoy para poner de largo las nuevas butacas del Teatro Principal, en una función que comienza a las 21 horas.

Un estreno que llega precisamente en el día en el que, por la mañana, se reúnen los vocales de Junta del Patronato de Artes Escénicas del Ayuntamiento Zaragoza para abordar tanto la posibilidad de sancionar a la empresa encagada de la colocación de las butacas, Figueras Seating Solutions, por el retraso de dos semanas en su instalación, como por las alegaciones de la asociación Apudepa, que entiende que los asientos que se han sustituido son bienes catalogados, y que no podrían desmontarse sin el permiso de la Dirección general de Patrimonio.

El equipo de gobierno municipal, sin embargo, aseguró hace unos días ante esta denuncia de Apudepa que el cambio de butacas en el Teatro Principal no requería permiso previo ni de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ni de la Comisión Provincial de Patrimonio porque no estaban catalogadas.

Fuentes municipales recordaban que el teatro está declarado como Bien Catalogado de Patrimonio Cultural Aragonés, una figura de protección inferior a la de Bien de Interés Cultural y que en el caso de las butacas, se trata de un bien mueble (no inmueble) y no están catalogadas, por lo que su retirada no requería permiso.

Apudepa, por su parte, reconocía ayer que la Dirección General de Patrimonio había contestado sus solicitudes en dos direcciones, por una, que las butacas no se incluían entre los bienes catalogados, pero que «cualquier intervención en un Bien catalogado, debía contar con su aprobación», por lo que la asociación considera que los asientos deberían estar incluídos entre los bienes adscritos al teatro y mantiene su posición.

Sea como sea, las nuevas butacas se estrenan hoy con Fuenteovejuna, una producción de TNT bajo la dirección de Pepa Gamboa, la dramaturgia de Antonio Álamo y la aguerrida interpretación del colectivo de mujeres ágrafas de etnia gitana de El Vacie (Sevilla) para demostrar a todos que «otro teatro es posible».

Atalaya se ha convertido en un referente del teatro de investigación en toda España. Así lo han subrayado los críticos y el jurado que le concedió el Premio Nacional de Teatro 2008.