La expresión «ponerse en la piel del otro» es a menudo usada en nuestro idioma, pero normalmente no trasciende más allá de las relaciones humanas, o en un contexto cotidiano. Sin embargo, en la obra Tierra del fuego, del director argentino Claudio Tolcachir, han querido ir un paso más allá.

“Es un texto muy honesto, no tuve ninguna duda de que tenía que estar en el programa”, advirtió ayer Víctor López Carbajales, gerente del Teatro Principal, que ayer presentó la obra junto a los seis actores que participan en ella: Alicia Borrachero, Tristán Ulloa, Abdelatif Hwidar, Juan Calot, Malena Gutiérrez y Hamid Krim.

Tierra del fuego está inspirada en un hecho real, y cuenta la historia de una ex azafata israelí, víctima de un atentado en el que resultó herida y su mejor amiga, muerta. Veintidós años después de lo ocurrido, ella decide ir a visitar al terrorista, preso en una prisión de Londres, condenado a cadena perpetua.

«Es una obra que hace una apuesta por el diálogo», indicó el actor Tristán Ulloa. «El argumento cuenta la historia de una víctima de un atentado, y resalta la necesidad del diálogo entre dos personas que no se conocen de nada, e incluso una de ellas mira a los ojos a la otra y le pregunta: ¿Por qué querías matarme?», explicó.

La puesta en escena, «muy inteligente» según Ulloa, está compuesta por una mesa que ocupa el espacio principal y varias sillas. «Lo que hacemos en escena es hablar», afirmó Ulloa.

Los seis actores permanecerán en escena durante toda la obra, sentados en las sillas alrededor de la mesa, que es un elemento del escenario que invita a conversar. Se ha querido plasmar el razonamiento de que «no hay huida al diálogo», de que es algo a lo que es «necesario enfrentarse» en cada conflicto, según Ulloa.

«En este país dialogar estaba muy mal visto, cuando todo el mundo dialogaba bajo cuerda», afirmó Ulloa, refiriéndose a los contactos que hubo con ETA por parte de todos los gobiernos españoles, y las acusacione de unos y otros de hacerlo.

El mensaje que se quiere lanzar con esta obra es claramente un llamamiento al diálogo; muestra la necesidad de escuchar todas las historias, hasta las de los enemigos. La representación «se pone en el lugar de todos, aunque nadie justifica la violencia», puntualizó Alicia Borrachero, para quien justificar y escuchar son cosas diferentes. «Creo en el poder transformador del teatro y esto es una experiencia para el espectador que va más allá de lo inmediato», explicó la actriz.

En cuanto al público que ya ha podido ver la obra, Borrachero comenta que «mucha gente que viene a verlo se queda muy sorprendida; te hace pensar y empatizar con los personajes, aunque no compartas su punto de vista o sus ideas», comentó la actriz.

Para Alicia Borrachero es fundamental la «dimensión humana» que ha alcanzado la obra, ya que hace «conectar al público con lo que se está contando», para que pueda llegar a empatizar con personajes que cuyas acciones seguramente consideraría éticamente reprobables.

Tierra del fuego solo contará con tres funciones, el viernes 21 y sábado 22 a las 20.30 horas y el domingo 23 a las 18.30 horas, con entradas de 10 a 25 euros. H