El tiempo como esa variable que pasa a través de la ventanilla de un coche, como posibilidad de reinicio de la vida tantas veces como sea necesario o el tiempo como olvido que crea una realidad diferente. La Lonja inauguró ayer una exposición que reúne siete proyectos de nueve jóvenes artistas que al amparo de La mirada rompe el tiempo «lanzan un mensaje que nos propone repensar y reflexionar sobre lo que está sucediendo en el mundo en la actualidad». Así lo desgranó ayer la comisaria de la muestra, Desirée Orús, en un acto en el que estuvo acompañada por el consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés; y por la nueva Jefa del Servicio de Cultura, Carmen Aguarod, que sustituye en el cargo a Rafael Ordóñez, jubilado recientemente.

Fotografía, videocreación e instalaciones se dan la mano en una exposición que supone la apertura de la Lonja «al talento local y al arte contemporáneo», tal y como expresó ayer Fernando Rivarés. El trayecto de la muestra se inicia con el trabajo de Víctor Solanas que «realiza un recorrido de ida y vuelta que muestra el tiempo aferrado a la imagen del paisaje», explicó Orús, que se traduce en pequeñas fotografías que introducen al espectador (del que quedan reflejados sus pasos en el suelo) de lleno en la exposición.

CASTIGADOS POR EL OLVIDO

En las fotografías de David Latorre se puede ver la creación de una realidad nueva a través de espacios vacíos, abandonados y castigados por el tiempo y el olvido. Imágenes que conviven con una instalación (Fronteras) realmente impactante en el que Latorre denuncia, a través de concertinas, los métodos que utilizan «los diferentes gobiernos para evitar la entrada de los inmigrantes».

Nacho Arantegui apuesta por el medio ambiente y la naturaleza, «creando una simbiosis entre la realidad y ella» a través de un árbol gigante que aborda la cuestión junto a una videocreación en el que se combinan todas las disciplinas para «el respeto y disfrute de la naturaleza».

Hablar del presente a través del pasado es el objetivo de Absentia, un vídeo (con un espacio hermético construido para la ocasión) de Peyrotau y Sediles en el que, a través de imágenes impactantes, «construyen la realidad desde el vacío de la ausencia» mostrando diferentes objetos en una casa antigua.

Uno de los proyectos que más llaman la atención es el de Señor Cifrián (colectivo conformado por la zaragozana Esther Señor y la valenciana Carmen Cifrián), Damnatio memoriae. A través de un herbolario, la pareja artística reflexiona, en esta ocasión, sobre el concepto tiemp o en su doble vertiente, como olvido y como permanencia: «Las diferentes hojas hacen que el recuerdo permanezca, que se quede congelada».

Amniosis es el proyecto de Mapi Rivera en el que analiza, a través de fotografías de un cuerpo de mujer desnudo en un entorno natural, el tiempo «como origen todas las veces que sea necesario».

El recorrido de la exposición se cierra con el trabajo de Julia Puyo, «el paradigma de la artista joven que trabaja con todos los medios que ve a su lado desde un punto de vista riguroso». Para La mirada rompe el tiempo ha creado un trabajo en el que destaca Estado del bienestar, cristales que denuncia la fragilidad actual del sistema.

Rivarés quiso destacar que, «por primera vez, la Lonja será también una parte importante de San Valero como ya lo viene siendo en el Pilar. Es algo que prometimos y como tal lo cumplimos», insistió el consejero antes de señalar que la sala «se abre a la fotografía del siglo XXI, disciplina en la que en Zaragoza hay muy buenos artistas».

La exposición se puede visitar hasta el 12 de marzo de lunes a sábado de 10 a 14 y de 17 a 21 horas y los domingos y festivos, de 10 a 14.30 horas.