Son «el flaco del DF», «el negro» y «el gordo de Guadalajara». Los «tres amigos» mexicanos que han hecho historia en los Oscar de Hollywood. Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro. A los dos primeros, sus «compadres», se refirió Del Toro al recoger el Oscar: «Soy un inmigrante, como Alfonso, como Alejandro, como mis compadres y como muchos de vosotros».

Como Del Toro, González Iñárritu hizo doblete en el 2015 al ganar los premios al mejor director y la mejor película por Birdman, y repitió Oscar de dirección al año siguiente por El renacido. Pero el primero de los tres amigos en llevarse una estatuilla fue Cuarón, en el 2014, por Gravity. Ahora, el triunfo de La forma del agua completa un lustro brillante para los cineastas mexicanos, con cuatro victorias de cinco posibles en la categoría de mejor dirección. México se ha convertido así en el tercer país por número de premios de Hollywood de dirección, solo superado por Estados Unidos y el Reino Unido.

Los «tres amigos», como se les conoce en la meca del cine, son sus máximos exponentes. Y aunque los Oscar les han llegado por trabajos en inglés, el primer impulso a sus carreras fue con producciones en español. Cronos (1993), de Del Toro; Amores perros (2000), de Iñárritu, e Y tu mamá también (2001), de Cuarón.

Fue el inicio de tres carreras que se desarrollaron en paralelo, con alternancia de éxitos y coincidencias como la del 2007, cuando los tres llegaron a los Oscar con múltiples nominaciones por El laberinto del fauno (Del Toro), Babel (Iñárritu) e Hijos de los hombres (Cuarón). El filme de Del Toro obtuvo tres premios técnicos, el de Iñárritu solo ganó en la categoría de mejor fotografía y el de Cuarón se fue de vacío, pero fue una clara demostración de la fuerza de tres cineastas que mantienen además una sólida amistad y ninguna rivalidad. Tres compadres que rompieron el tabú que decía que desde México no se podían hacer películas de género o de acción; tres «inmigrantes» que no dudaron en saltar el muro sin complejos y seguros de poder hacer cine en mayúsculas en Hollywood.