José Antonio Labordeta sigue vivo en la memoria de Aragón. El Teatro Principal fue el lugar escogido para rendirle homenaje durante la tarde y la noche de ayer, y presentar el libro disco M' aganaría con textos y canciones suyas en aragonés. El teatro, que estaba a rebosar de personas de todas las edades y lugares de la comunidad, fue el enclave perfecto para que a través de las canciones, los poemas y los coloquios, todos ellos con una mezcla de castellano y aragonés, se recordase la figura de José Antonio Labordeta.

Su esposa, sus tres hijas y sus dos nietas estuvieron presentes en el homenaje al cantautor, poeta y político. Ana Labordeta, su hija, comentaba cómo vivían desde la familia este homenaje: "Son sentimientos contradictorios, por un lado esta ese sentimiento tan profundo y familiar como es la tristeza de la ausencia en días como hoy, pero por otro lado eso se mitiga gracias a que los aragoneses y los zaragozanos se siguen volcando con él dos años después". Y suspiraba: "Uf, eso es muy gratificante".

Entre amigos

El acto, presentado por Miguel Mena, estuvo plagado de alusiones a Aragón y al aragonés y sobre todo, como recalcó Mena se trató de "un encuentro entre amigos de José Antonio Labordeta", pues "la sombra de Labordeta es alargada".

Este homenaje tan especial comenzó con un poema de Emilio Gastón L' Aragonia, seguido de la primera de las canciones para recordar a Labordeta a través de la música, Regresaré a la casa, de la mano de un buen amigo suyo, Joaquín Carbonell, que dijo que se "había acordado cada día de él".

No faltaron las notas musicales de Eduardo Paz, que interpretó La vieja. Ni tampoco la voz suave de María José Hernández que cantó el tema que da nombre al libro recopilatorio, M' aganaría y una de las canciones de amor no tan conocidas, pero no menos importantes de Labordeta, Mar de amor.

Y por supuesto la jota aragonesa también tuvo su cabida para recordar a un hombre que impulsó el sentimiento y pertenencia aragoneses, pues Beatriz Bernard, Alberto Gambino y Pedro Bernard deleitaron a los espectadores en el Principal, pues recibieron una gran ovación.

El segundo aniversario de su muerte se vivió con música y poesía aragonesas.