Usted lo que tiene que hacer es leer el Quijote, que ahí están las soluciones a todo --le dijo a Bill Clinton Gabriel García Márquez.

--Sí, el Quijote lo he leído ya --le dijo Clinton.

Es solo un ejemplo de la fascinación que ha producido y sigue produciendo la obra maestra de Miguel de Cervantes entre la humanidad, el poder inspirador que sigue ejerciendo entre gente de multitud de culturas. Y, cómo no, también en el arte y en el pensamiento. Dos disciplinas que, en torno al Quijote, fusionaron John J. Allen y Patricia S. Finch en su libro Don Quijote en el arte y pensamiento de Occidente, que vio la luz en el 2004 pero que, tras estar descatalogado durante muchos años, Cátedra ha vuelto, afortunadamente, a publicar.

Tras una breve introducción en la que los autores demuestran la vigencia absoluta de la obra hasta la actualidad (por ejemplo, se ha hecho hasta una serie anime hace escasos años y Japón ha acogido la puesta en escena de Punk Don Quixote). A partir de ahí, el libro (y de ahí su gran valor y su enorme atractivo) muestra ilustraciones de artistas como Cézanne, Chagall, Corto, Dalí, Ricardo de los Ríos, Delacroix, Goya, Hopper, Lefèbvre, Masson, Mosnier y Picasso, solo por citar algunos. Junto a ellos, citas literarias (o pronunciadas en algún discurso) de gente tan importante como Alberti, Ayala, Benjamin, Juan Carlos de Borbón, Borges, Cela, Camus, Defoe, Dostoievski, Foucault, Fredu, Kafka, Machado, Locke, Kundera, Mann, Unamuno y Vargas Llosa, entre otros muchos.

Y es que, tal y como señalan los autores en el libro, tanto Don Quijote como Sancho Panza hace tiempo que tienen una autonomía propia, que se han desligado del libro. O lo que es lo mismo, ya no hace falta recordar la historia original de donde proceden para saber de quién se está hablando. Este Don Quijote en el arte y pensamiento de Occidente es una buena prueba de ello, de la altura y de la trascendencia que la obra de Cervantes ha tenido en la literatura universal.

Gabriel García Márquez: ¿Qué lees en estos días?

Subcomandante Marcos: Don Quijote siempre está a mi lado... Es el mejor libro de teoría política .

A su lado, una gran lámina de Edward Hopper en la que, en blanco y negro, se puede ver un espectacular Quijote subido a lomos de Rocinante y a un servil Sancho Panza en su burro Rucio es el bonito final a un libro del que hay que alegrarse que vuelva al mercado editorial.