Porque soy un jugón de toda la vida... empecé con los primeros ordenadores, con los Atari, y, hasta ahora no he parado». Esa es la causa de que Mundo extraño desprenda ese aire a viodejuego de aventuras que convierte el cómic de Vicente Montalbán, la nueva apuesta de la editorial aragonesa GP, en una suma de trepidantes acciones que imbuyen al lector en esa realidad paralela.

«Es una historia de aventuras -señala su autor--, lo que pasa es que se enmarca en un mundo que recuerda mucho al videojuego sobre todo conforme va avanzando la trama». Y eso es lo que permite «llevar mucho más allá la historia de lo que pueda ser una aventura típica porque sí, en cuanto a su desarrollo cumple con todos los pasos tradicionales, pero la novedad está en meterla en ese tipo de entorno distinto y, a partir de ahí, intentar profundizar un poco en lo que podían ser pensamientos más elevados», dice el dibujante refiriéndose a los retos y pensamientos con los que se va encontrando el protagonista: «Tiene que enfrentarse a cosas que desconoce y ahí está el paralelismo que pueda haber con la vida convencional de cualquier persona que también se plantea cosas más elevadas como quién maneja tu vida, qué sentido tiene, filosofías de la calle».

UN PÚBLICO AMPLIO

Algo que estaba en mente de Montalbá desde que creó la idea: «Quiero que pueda llegar a un público que busque un poco más de profundidad pero sin pasarse. En definitiva, es como un blockbuster en el cine, una historia de aventuras, de acción, que tiene humor y un poquito de todo. Es para divertirse y he intentado que tuviese buen ritmo, que se leyese bien, que no te aburras y que se pueda leer casi de un tirón».

El resultado son 226 páginas en las que no hay tregua y divididas en capítulos como los tebeos de grapa que se podían adquirir en los quioscos antaño: «Seccionarlo en capítulos es algo que me ayudó mucho en el proceso de creación porque todo el proceso está enfocado a cómo se desarrolla la grapa de los superhéroes en la que vas publicando fragmentos de la historia que van saliendo a la venta poco a poco. Lo que pasa es que aquí teníamos la ventaja de que hasta que no está todo completado no se edita, puedes volver atrás, releer cosas del guion y ajustarlo», explica el dibujante valenciano que revela que a la hora de construir la historia no sigue un proceso típico: «Tenía una escaleta de la aventura pero lo cierto es que el guion lo hacía por partes. Es un poco extraño pero como es un trabajo largo a mí me funciona mejor hacerlo así porque me aburro menos. Si no conozco la historia, voy trabajando el guion a la par que el dibujo y es casi todo nuevo», explica.

Aunque él no acaba de estar muy de acuerdo, dice que mucha gente le dice que estilísticamente está «muy cercano» a Robert Crumb pero él difiere: «Creo que tengo más influencias de otros autores, de Ibáñez, por ejemplo. Crumb es más naturalista, yo soy más caricaturesco. Él está en otro rollo, en un estilo más americano antiguo, tipo Popeye. Mis personajes van más por el rollo ibañezesco aunque, claro, me gusta mucho también Moebius… Vas viendo de aquí y de allá y vas asimilando sus cosas», concluye Montalbá.