El pianista Arcadi Volodos interpretará el próximo 24 en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza un programa "pura pasión" con piezas de Schumann, Brahms y Schubert, entre las que, ha reconocido, "Mozart no podría estar".

El motivo es que para sus programas escoge obras con estilos y tonalidades diferentes y que en este caso presentan "buenas combinaciones" y conexiones, como el Opus 76 de Brahms y el Papillons Opus 2 de Schumann.

Así lo ha explicado en una rueda de prensa en Zaragoza para presentar el concierto que ofrecerá el próximo martes dentro del XX Ciclo de Grandes Solistas, en un encuentro al que han asistido también estudiantes de piano del conservatorio aragonés.

Ninguno de los alumnos se ha atrevido a aceptar la invitación de Volodos de interpretar una pieza, pese a que el pianista ha confesado sentir un instinto paternal por los jóvenes, a quienes, ha dicho, "necesito ayudar", pero es que también ha reconocido que la gente con mucho talento "suele ser más modesta y tímida" que los que "no tienen tanto, pero siempre quieren tocar".

No obstante, Volodos (San Petersburgo, Rusia, 1972) ha advertido de que cada persona "debe tener su propia experiencia en la vida" porque "hace veinte años no sabía lo que me gustaba y tenía que tocar de todo".

"Yo he tardado años para entender que esta vida no me interesaba nada y en cambio hay otros que no pueden estar sin tocar nada. Cada persona es diferente", ha confesado Volodos de los múltiples conciertos que tocaba en sus inicios.

Desde entonces su evolución ha sido "natural" porque "una cosa es la personalidad del artista y otra el márketin" del comienzo de su carrera.

Por eso, rechaza adelantar cuáles serán los temas de sus próximos repertorios. "A veces me piden programas para dentro de dos años y da miedo. No se lo qué voy a tener en la cabeza en 2020", ha reconocido Volodos, quien ha asegurado que necesita "por lo menos, un año con el programa, desde que me levanto; es mi vida".

Y es que, ha incidido, "más que cantidad" lo que pretende es "profundizar" en lo que graba y a este respecto también ha reconocido que prefiere grabar en directo porque "la espontaneidad es algo que no se puede sacar en el estudio".

Preguntado por una estudiante por cómo logra esos "pianísimos proyectados", Volodos ha explicado que "si tienes el sonido dentro de ti, lo encuentras muy rápido. Hay que tener algo dentro de nosotros. El mundo interior tiene algo rico".

También ha asegurado que cuando se sube al escenario necesita "decir algo", pero ha advertido de que su actuación no cambia de un concierto a otro porque "sin tener un plan en la cabeza no funciona".

Afincado en Madrid, el pianista ha rememorado sus momentos de soledad en los hoteles cuando era joven y no conocía a nadie. Ahora en cambio ya ha hecho amigos que incluso se desplazan a verle en los conciertos y también en las ciudades en las que toca y con los que sale de copas, como el gerente del Auditorio de Zaragoza, Miguel Ángel Tapia, de quien se sorprendió por lo conocido que era en la capital aragonesa.