El escritor Luis Mateo Díez opina que "la mayor falta de respeto" a la lengua no viene por parte de las nuevas tecnologías, sino por la educación, porque entre los políticos ya no se dice aquello que se decía en tiempos del regeneracionismo de "o nos educamos o nos extinguimos"

El escritor leonés, que participó en el ciclo Conversaciones con el autor de la DPZ, primero en Villanueva de Gállego y luego en Zaragoza, en la capital aragonesa, lamentó en una entrevista a Efe que parece que los políticos "no se han enterado" de la necesidad de un pacto global sobre el modelo educativo, que sea más permanente.

Asimismo, reconoció que las nuevas tecnologías no están contribuyendo mucho a un mejor uso de la lengua y que "trivializan" la información, pero no es derrotista y considera que "son modas" y "se pasará". "No quiero ser un agorero", dijo también con respecto a la situación política actual, que observa con "desánimo", porque el "radical cambio generacional", "interesante" para él, ha generado nuevas y "contradictorias" expectativas, pero en ocasiones ha supuesto una vuelta al pasado, a "lo viejuno".

En el mundo de la cultura, más concretamente en el de la literatura, el novelista sí que cree que hay un grado fuerte de creatividad con nuevas generaciones de escritores jóvenes "francamente interesantes".

UNA NOVELA "AMBICIOSA" En este momento, ya ha finalizado su última novela, titulada Vicisitudes, que estará en las librerías a comienzos de 2017 y que afirmo que es, tal vez, "lo más ambicioso" que ha escrito.

En ella, el escritor leonés se planteó el reto de llegar lo más lejos posible en el mundo que presenta, en los personajes, en su territorio, en la variedad de sus vidas, en una historia marcada por la emoción, la pasión y la desgracia.

La describe también como una novela "enciclopédica" sobre lo que ha sido su mundo narrativo o, incluso, "testamentaria", bromeó. Su nuevo trabajo saldrá justo cuando se cumplen 30 años de La fuente de la edad, su obra más alabada. El también académico de la lengua explicó que no diría que esta novela es precisamente la que contiene mayor ambición ni complejidad, pero tres décadas después ha superado todo el tirón que generó. "Me he reconciliado con ella".

Sobre el reto del encuentro con sus lectores, subrayó que estas charlas le aportan un punto "muy agradecido y enriquecedor" y que valora la identificación que le expresan quienes le leen. Lo más reconfortante, sin embargo, es el grado de interés y curiosidad que le muestran por el hecho de haber descubierto "un mundo que es el tuyo", en referencia a sus novelas.