En la Harinera ZGZ se preguntan estos días Cómo tramitar un Unicornio, que es el nombre de las jornadas que han reunido ayer y hoy a varios gestores y entidades culturales de toda España, incluidos técnicos del Ministerio de Cultura. Por unicornios se entienden los proyectos comunitarios que nacen desde abajo, y el encuentro se ha planteado para intercambiar experiencias, y también debatir sobre los modelos de participación y gestión de un espacio así concebido.

El consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, comentó que los visitantes «han visto como referente la gestión de la Harinera, que demuestra que la cultura debe ser siempre gestionada desde lo público, pero que lo público no tiene por qué ser una administración».

Los colectivos asistentes son variados, y ayer se pudieron ver experiencias como la de La Casa Invisible de Málaga, que parte de una okupación y tienen más conflictos con el ayuntamiento, por lo que quieren «cambiar el modo de entender la cultura de las instituciones, muy elitista y controlador», según Kike España. «La Harinera es un espacio referente, su gestión es un modelo a seguir, y con este encuentro aprendemos y hacemos red», opinó Pau Gómez, miembro del Ateneu Candela de Terrasa.

En el día de ayer se abordaron varios temas, como la necesidad ciudadana de tomar parte activa en la cultura o distintos modelos de participación, y entre las conclusiones se puede destacar la visión de la cultura como un laboratorio donde experimentar nuevos modos de hacer, o también como una herramienta para alcanzar metas en lugar de un objeto de estudio. También se defendió sacar a estos modelos de la excepcionalidad.

También se abordaron problemas con el marco legal, comparables al bloqueo institucional que existe en Zaragoza con la adjudicación de uso para las residencias de artistas en la segunda y tercera planta de la Harinera, aún sin una solución. «Realmente pasan dos cosas, que falta un orden jurídico donde sea posible, y otro, un cambio de mentalidad que va existiendo pero que va lento, en los políticos, en un sector funcionarial, en los jurídicos, en los administrativistas, que no entienden que eso es otra cosa que no se parece a en lo que los 80 se hacía, que es que el mundo ha evolucionado», expresó Rivarés.