-¿Cómo se ha fraguado esta primera huelga feminista de España?

-(Ana Rojo) Comenzó a fraguarse el mismo 8-M del año pasado, cuando ya hubo paros convocados, pero no tuvieron el seguimiento que se prevé que tendrán los de este año. Entonces se empezó a hablar de hacer una huelga, pero no una al uso, ya que los ejes que nos atraviesan a todas las mujeres van más allá de lo meramente laboral. Mirando el ejemplo de Latinoamérica, especialmente de Argentina, hubo varias reuniones de feministas a nivel estatal, y se decidió ir a la huelga. Cada una pertenecemos a colectivos, partidos políticos u otras organizaciones. Pero decidimos que la convocábamos como mujeres feministas, sin siglas.

-¿Hay precedentes de alguna otra huelga feminista?

-(A. R.) Ninguno, salvo una que hubo en Islandia en 1975. Pero una huelga feminista a escala global (está convocada en 150 países) es un hecho histórico, sin precedentes. Por eso, independientemente de cuántas mujeres secunden la huelga laboral, consideramos que la convocatoria es ya un éxito, sobre todo porque las mujeres que pertenecen a los sindicatos convocantes hayan conseguido que estas organizaciones secunden un paro de 24 horas. Por eso es una huelga totalmente legal a la que cualquier mujer puede adherirse, y que en Zaragoza está respaldada por CGT. CNT e Intersindical.

-Los sindicatos mayoritarios también se suman, pero con paros de 2 horas por turno, ¿por qué los rechazan?

-(Fany Serrano) A mí, los paros parciales me ofenden. Me parece insultante que se nos diga que nuestros motivos no son suficientes para una huelga general.

-El éxito que parece que va a tener la convocatoria, ¿se debe al impulso de una nueva generación de feministas?

-(F. S.) La clave está en las relaciones intergeneracionales. Mujeres jóvenes, desde estudiantes de instituto, estamos trabajando codo a codo con feministas veteranas, migrantes en situación irregular miembros del colectivo LGTBIQ...

-Cuando empezaron a planear el 8-M, ¿esperaban el respaldo que están teniendo?

-(A. R.) Sinceramente, no. Pero pensamos que si la respuesta está siendo tan masiva es porque esta huelga era algo necesario, para mostrar la opresión que estamos viviendo las mujeres desde el principio de los tiempos.

-La convocatoria de huelga se estructura en cuatro ejes. ¿Qué motivos hay para secundarla en el ámbito laboral?

-(A. R.) Pensamos que puede ser la huelga laboral más motivada de todos los tiempos, ya que las mujeres estamos abocadas a la precarización por muchos motivos: desde el famoso techo de cristal a la brecha salarial, pasando por la situación de las empleadas del hogar, la inserción real de las mujeres racializadas, la invisibilización de las mujeres en el ámbito rural, la armarización forzada de las personas LGTBQI, las víctimas de trata...

-¿Y en el ámbito de los cuidados?

-(F. S.) Si algo tiene de especial y de diferente esta huelga es precisamente este eje. Todo el trabajo de cuidados y de reproducción, casi siempre ejercidos por mujeres, nunca ha tenido ningún valor para el capitalismo. Nunca han estado remunerados, pero exigimos que se les dé un reconocimiento social como un valor de primer orden, esencial para el sostenimiento de la vida. Y también que estos trabajos tienen un coste personal para las mujeres que han dedicado su vida a ellos.

-¿Qué se pide con la huelga estudiantil?

-(F. S.) Se pide que haya una educación feminista, que se trabaje desde una perspectiva de género y no se invisibilice a las mujeres. Pedimos referentes históricos, políticos y científicos femeninos que sean de obligado estudio, así como que los libros de biología no solo se enfoquen desde el punto de vista cisexual. Y que las aulas sean espacios seguros y libres de acoso.

-¿Por qué la cuarta pata de esta huelga se apoya en el consumo?

-(F. S.) Porque las mujeres han sido tradicionalmente convertidas en objetos de consumo, en una alianza del patriarcado con el capital para mantenernos oprimidas. Queremos generar alternativas económicas y de consumo desde una perspectiva feminista, que sean solidarias con el resto del mundo y con el planeta.

(A. R.) Esto está relacionado con la huelga de cuidados, porque somos mayoritariamente las administradoras de nuestras casas, y hacemos la compra. Tenemos en nuestra mano la capacidad de repensar esa forma de consumir. Además, este sistema está urdido en base al empobrecimiento de las mujeres: los sectores laborales más precarios son los más feminizados; los trabajos de cuidados no están remunerados; como mujeres, se nos hace consumir de manera compulsiva, como si estuviéramos mal construidas y necesitáramos reparar nuestros defectos. Todo el sistema capitalista se sostiene en la pobreza de las mujeres.