Una treintena de oegnegés extranjeras, entre ellas la Fundación Bill y Melinda Gates, han recibido los primeros permisos para trabajar en China con la nueva ley que regula sus actividades, que entró en vigor pasado el 1 de enero entre críticas de grupos y países foráneos. En un evento celebrado en Pekín, el Gobierno otorgó los certificados a un grupo de organizaciones de otros países, así como de la región autónoma de Hong Kong y de Taiwán, para que puedan trabajar en la capital poco después de que se aprobaran oficinas de doce grupos en Shanghái (este) y Cantón (sur), según informó ayer el diario China Daily.