Reincorpora es un proyecto de la Obra Social la Caixa dirigido a la población reclusa de toda España, y que se desarrolla de la mano del Ministerio del Interior. A grandes rasgos, y según las necesidades de cada participante, los itinerarios se dividen en las siguientes fases: posicionamiento ante el empleo; formación y prácticas no laborales; servicios solidarios, y búsqueda activa de empleo e inserción laboral a través del programa Incorpora de la Obra Social la Caixa.

La colaboración con entidades sociales de toda España especializadas en la atención a este colectivo es lo que permite ofrecer itinerarios de reinserción adaptados a las necesidades específicas de cada participante.

De este modo, se promueve el proceso de cambio desde una perspectiva global, que aborda la formación, los procesos de integración laboral y las necesidades emocionales.

El técnico de Reincorpora es una figura clave del programa que se encarga del acompañamiento a lo largo de todo el itinerario. Uno de estos técnicos es Mercedes Barco, que trabaja en la Fundación Apip-Acam, la entidad encargada de la gestión del programa en Zaragoza.

Para Mercedes Barco, «parte del éxito de Reincorpora es que trabajamos en red. Tenemos reuniones periódicas con las entidades que forman parte de los puntos de formación de la red de Incorpora». De este modo, los técnicos pueden contar con todos los recursos formativos de esas entidades.

Además, la Caixa mantiene un convenio con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), y los participantes en Reincorpora pueden realizar la formación en empresas que tienen compromiso de contratación, «lo cual facilita mucho la inserción», destaca Barco. «La otra pata del trabajo en red es Instituciones Penitenciarias, que nos facilita la labor permitiendo que estas personas accedan al Centro de Inserción Social (CIS)», añade.

Si no fuera por este programa, Julián -uno de los 29 internos de centros penitenciarios de Zaragoza que pasaron por Reincorpora durante el año pasado- cree que le habría costado mucho más trazar su camino hacia la inserción. «No sé dónde estaría en estos momentos. Yo estuve cumpliendo condena 7 años y medio hasta que me dieron el tercer grado. Y sale uno un poco perdido, especialmente con los móviles y las tecnologías. Era como si volviera a empezar de cero, y me tuvieron que ayudar mucho».