El mayor problema sanitario mundial a día de hoy es la inequidad, tal y como se desprende de la intervención que Médicosmundi y Médicos del Mundo Aragón hicieron ayer ante la Comisión de Comparecencias y Derechos Humanos de las Cortes de Aragón. Ambas oenegés presentaron a los diputados el informe La salud en la cooperación 2017.

Un claro ejemplo del problema que supone la inequidad denunciada es que solo el 46% de los enfermos de VIH tienen tratamiento, lo que provoca que esta enfermedad pase de ser crónica a ser mortal en los países menos desarrollados. Una realidad que «no tiene sentido», según el doctor aragonés Carlos Mediano, presidente de Médicusmundi Internacional.

Mediano aseguró que «España está en el décimo puesto en gasto en cooperación» y que «Aragón es la única comunidad en la que las entidades locales gastan más dinero que el Gobierno autonómico». De hecho, destacó que «el Ayuntamiento de Zaragoza destina más cuantía a las ayudas que varias comunidades autónomas». Una situación que se revertirá si la partida para cooperación al desarrollo prevista en los presupuestos del Gobierno de Aragón para el 2018 llega a ejecutarse. De ser así, el Ejecutivo autonómico volverá a situarse como el mayor financiador de la cooperación descentralizada aragonesa.

Desde la oposición, el popular Fernando Galve aseguró que «necesitamos un compromiso político más intenso que se demuestra con financiación». Un compromiso que no mantuvo su propio partido cuando estuvo en el Gobierno, pues bajo la presidencia de Rudi casi se desmanteló el sistema aragonés de cooperación, con brutales recortes.

Inmaculada Molina, miembro de Médicos del Mundo Aragón, manifestó que, en el último año, «se han agravado muchos conflictos», lo que ha supuesto que 126 millones de personas se hayan visto afectadas por diversas crisis humanitarias. «Creemos que Aragón debe de tener un papel activo en el desarrollo sostenible y debería aumentar los proyectos priorizando las actuaciones en atención primaria y considerando la salud como un bien público», declaró Molina, a la vez que pidió que el Ejecutivo «aumente de forma sostenible las cuantías para el desarrollo destinadas a la ayuda humanitaria».

La socialista Julia Vicente respondió que «la voluntad del Gobierno es seguir en la línea de la cooperación en salud. Se prioriza la atención primaria, salud materno-infantil o los fortalecimientos de sistemas públicos».

Por su parte, Itxaso Cabrera, de Podemos, reconoció que «el trabajo humanitario es fundamental en los tiempos que corren». Y puso el foco en la actualidad, afirmando que «las comunidades internacionales no deberían mirar hacia otro lado como está ocurriendo en Gaza».

La portavoz del PAR en esta comisión, Lucía Guillén, reclamó la creación de un «documento de consenso» para la cooperación aragonesa en materia de salud, porque «sin objetivos no vamos a ningún sitio».

Jesús Sansó, de Ciudadanos, dijo «nos molesta cuando vienen oleadas de inmigrantes -no especificó si se refería a su los diputados de su grupo- pero no queremos afrontar esa realidad dura».

Patricia Luquin, de IU, asumió que «es probable que no seamos tan incisivos como deberíamos para abordar la salud como derecho», y abogó por volver a la cobertura universal en España.