Las web 2.0 se han convertido en un medio que posibilita la transformación social, pero para eso es preciso dominar su uso, y no toda la población está al alcance de ello. Por eso, es necesario plantear nuevas formas de aprendizaje de estas herramientas no solo dentro del espacio formal, sino también dentro del ámbito no formal e informal.

Las redes sociales tienen que convertirse en espacios colectivos favorecedores de intercambio de conocimiento, donde se superen las desigualdades de acceso y donde el control de la información esté en manos de las personas.

Como dice Rebeca Mackinnon: «Cada uno de nosotros tiene un rol vital que desempeñar en la construcción de un mundo en el que gobiernos y tecnología estén al servicio de la población mundial, y no a la inversa».

Por eso es necesaria una educación también tecnológica que nos proporcione las herramientas adecuadas para poder hacer un buen uso de ellas y manejar críticamente la información que recibimos, siendo así capaces de tomar decisiones libres y conscientes.