Human Rights Watch (HRW) considera las muertes de al menos 14 manifestantes palestinos desarmados por el Ejército israelí en las protestas del pasado viernes en Gaza «ilegales» y «calculadas». Según un comunicado, «altos oficiales israelíes pidieron ilegalmente el uso de munición real contra manifestantes palestinos desarmados que no suponían una amenaza inminente para la vida y son responsable de la muerte de 14 manifestantes en Gaza y de heridas a cientos». Para la organización, aquello fue consecuencia previsible de dar a los soldados la libertad de utilizar la fuerza letal «más allá de situaciones de peligro para la vida, en violación de las normas internacionales».