El domingo se cumplió un mes de la avalancha que sepultó 6 barrios en la ciudad colombiana de Mocoa y se cobró 328 vidas (69 presonas siguen aún desaparecidas). Pero, un mes después de la tragedia, Mocoa sigue sin red de abastecimiento de agua potable. Aunque la solidaridad local y de las organizaciones humanitarias han logrado cubrir las necesidades inmediatas de las casi 17.000 personas afectadas, la población sigue dependiendo del agua distribuida en camiones cisterna. La rehabilitación de las redes de agua y la recuperación de los medios de vida son ahora las prioridades para las oenegés que trabajan en la zona.