Miles y miles de sirios sufren las consecuencias de la crisis. Por el momento, 1,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria de manera urgente dentro del país.

Más de 250.000 personas han perdido la vida de manera violenta, según la ONU. Algunas fuentes hablan de 300.000.

Más de 11 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus casas, incluidos alrededor de siete millones de personas dentro de Siria y más de 4,7 millones que actualmente se refugian en el extranjero, la mayoría en países vecinos como Turquía, Líbano y Jordania. Decenas de miles de personas refugiadas sirias también han huido a Europa, a menudo arriesgando sus vidas en el proceso.

Hay 7,5 millones de niños y niñas afectados por el conflicto de Siria. Muchos de ellos han visto sus hogares destruidos por las bombas, han asistido a la muerte de familiares o han tenido que abandonar su hogar convirtiéndose en desplazados internos o en refugiados.

Casi 500.000 personas, entre ellas 250.000 niños y niñas, viven en áreas sitiadas dentro de Siria, sin acceso a comida, agua potable o medicamentos, y sufriendo un terrible miedo

Los servicios de inteligencia y otras fuerzas gubernamentales continúan empleando la tortura a una escala masiva. Miles de personas han muerto bajo custodia desde el 2011 debido a la tortura o a la falta de alimentos y de acceso a atención médica.

Solo el año pasado, 200.000 casas sufrieron daños o resultaron completamente destruidas, un 20% más que en el 2014.

En el 2015, 400.000 niños se vieron obligados a abandonar los estudios, hasta sumar dos millones en cinco años de guerra.